Los últimos rumores sobre el Samsung Galaxy S5 suponen un jarro de agua fría para quienes esperaban un acabado distinto en el próximo móvil de gama alta de los surcoreanos. Según indican, al igual que sucedió con el S3 y S4 será el plástico el principal componente de su carcasa.
El material con el que estará fabricado el Samsung Galaxy S5 vuelve a ser protagonista de los últimos rumores surgidos en la Red. Aunque en el último mes se había reforzado la idea de una carcasa metálica que otorgase un mejor acabado al móvil de la firma asiática, en las últimas horas esta teoría se ha visto sustituida por la que apunta al plástico como material según leemos en Androidayuda.com.
El modelo de referencia que se impondría en el equipo de 2014 sería el Galaxy Note 3, que cuenta con un plástico en su parte posterior que imita al cuero. El hecho de que las fábricas de la compañía aún no cuenten con una línea de producción en materiales metálicos muy avanzada refuerza la idea de que se volverá a apostar por el plástico en el nuevo smartphone.
De este modo, el nuevo acabado metálico se postergaría hasta la aparición de la próxima generación de Galaxy Note o el denominado Galaxy F, equipo que podría pasar a ser el modelo Premium de referencia de la firma el próximo año y que vería la luz meses después del S5. De hecho se espera que la nueva generación de Galaxy S vea la luz a comienzos de 2014 y que a lo largo del año llegue otro modelo de gran potencia.
El rumor sobre el acabado en plástico no es el único que hemos conocido en los últimos días. Al margen de su prematura fecha de lanzamiento, también se ha hablado de un nuevo procesador Exynos 6 de ocho núcleos de 64 bits como cerebro de un equipo que también destacaría por su cámara con sensor de 16 megapíxeles y estabilizador de imagen. Por último, ha surgido información sobre un escáner de reconocimiento ocular como medida de seguridad para los usuarios en la línea del sensor de huellas dactilares introducido por el iPhone 5s.
Así pues, parece que el fabricante asiático seguirá priorizando la potencia por encima del diseño del terminal. ¿Qué os parece esta estrategia de Samsung?