El pasado martes se cumplían con todos los pronósticos y Apple mostraba su iPhone 5c. El denominado móvil low cost resultó no ser tal, pues su precio de 599 euros lo sitúan muy lejos de este concepto. ¿Qué ha llevado a la compañía a no lanzar un verdadero smartphone de bajo coste para competir en la gama media?
Cien euros. Ésta es la diferencia entre el iPhone 5s y el 5c que mostró la compañía estadounidense hace unos días en su última keynote. De los 699 euros que costará el modelo 5s, enfocado para el segmento de usuarios más exigentes con su terminal, apenas separarán 100 euros respecto al 5c, equipo acabado en plástico y con unas prestaciones algo superiores a las del iPhone 5.
Todo el mundo esperaba un terminal más discreto en sus características pero fundamentalmente que tuviese en el precio su gran baza. Nada más lejos de la realidad. Apenas unos minutos después de la conclusión de la conferencia se supo que el precio del modelo llamado a ser el primer móvil barato de la compañía y la reacción no pudo ser más negativa, puesto que las acciones no tardaron en caer.
Cuesta creer que un gigante como Apple no tuviese en cuenta esta posibilidad, por lo que cabe preguntarse por qué no apostó realmente por un móvil low cost. La respuesta la encontramos en la política de imagen que mantiene la firma estadounidense y que ya le llevó el pasado año a lanzar el iPad Mini por un precio más alto de lo esperado (329 euros): la imagen de marca de clase que tiene Apple.
La idea de un iPhone barato que compitiese de forma más agresiva con sus rivales, a pesar de tener un potencial en ventas abrumador, alejaría a la empresa de una esencia mantenida durante años. Desde Cupertino y en parte para los usuarios más acérrimos de la marca sigue teniendo mucho tirón esa idea de exclusividad que no logran alcanzar otros fabricantes con sus productos.
Sin embargo, queda por ver cuál será la demanda real del nuevo iPhone 5c visto su acabado, prestaciones y escasa diferencia con el 5s. Si bien 100 euros no es una cantidad nimia, para un usuario que está dispuesto a hacer una fuerte inversión en su teléfono puede suponerle una cantidad salvable y decidir optar por el modelo de gama más alta con nuevo procesador, mejor cámara y un diseño más atractivo que el del terminal más barato.
¿Cómo creéis que se comportarán en el mercado los nuevos terminales? ¿Pagará Apple su decisión de no apostar por un verdadero móvil barato?