España dice adiós a la tasa Google: ahora quieren que sea un impuesto europeo
Uno de los proyectos más polémicos del gobierno de Pedro Sánchez dice adiós: la tasa Google no será aprobada en España como tal, sino que ahora pasará a estar planteada como un impuesto europeo. Así, el impuesto con el que se pretendía gravar a las empresas tecnológicas en España finalmente no será aprobado.
España abandona el proyecto de la tasa Google: el PSOE apoyará el impuesto europeo
Así lo ha revelado el diario La Información, según han visto en el documento que presentó ayer el PSOE para negociar las votaciones de la investidura. En lugar de plantearlo como un impuesto español, ahora abogan por apoyar su aprobación como impuesto a nivel europeo.
Este cambio llega después de que el gobierno socialista haya recibido multitud de presiones de empresas como Amazon, Facebook, Google o Apple, además del propio Trump en la pasada cumbre del G20. Hasta Tim Cook y Matt Britting (de Google Europa) llegaron a reunirse con Sánchez para que no se aplicase este impuesto, ya que además serviría de ejemplo para otros países europeos.
El impuesto buscaba gravar con un 3% los ingresos de empresas tecnológicas que generasen más de 750 millones de euros totales en el último año, 50 de los cuales habrían de obtenerse en la UE, y 7 millones de euros en España. Además, esas empresas o redes sociales deben tener más de 100.000 usuarios en ese país. Los ingresos sujetos a gravamen serían los de la publicidad, las ventas de datos de usuarios y la intermediación digital entre ellos. Además, podía haber multas de entre 15.000 y 400.000 euros para empresas que no colaborasen en la localización de dispositivos en España.
Hacienda esperaba recaudar 1.200 millones de euros anuales con este impuesto
Por tanto, en lugar de defender el impuesto como algo de España, Pedro Sánchez pasará a apostar por un impuesto europeo; sobre todo desde que Reino Unido y Francia también tienen intención de aprobar un impuesto similar. Esta tasa a nivel europeo no se implementaría hasta 2021, además de otras medidas que buscan acabar con la competencia fiscal que hay entre países de la propia UE, y de que las empresas tecnológicas sigan tributando sólo por la intermediación en los países donde generan sus ingresos, como Netflix y HBO que apenas pagan impuestos en España. La tasa Google buscaba forzar a que estas empresas paguen más impuestos en suelo europeo, y sobre todo español, donde tributan muy poco.
Sánchez preveía recaudar 1.200 millones de euros anuales con este impuesto, que se sumarían a los 800.000 euros anuales de la tasa Tobin (la cual sí seguirá adelante a diferencia de la tasa Google). Las grandes empresas tecnológicas, Adigital y Ametic se posicionaron en contra de este impuesto. Además, también había dudas de si el impuesto iba a afectar a los operadores de telefonía, ya que el documento que había elaborado el Ministerio de Hacienda no lo terminaba de dejar claro.