El 5G está a la vuelta de la esquina, y en Europa ya hay operadores que afirman haber instalado las primeras antenas. Gracias a esta nueva tecnología, tendremos conexiones mucho más rápidas, con menor latencia, con mayor capacidad, y mayor cobertura que con el 4G actual. Además, las antenas 5G flotantes permitirían aumentar aún más esta cobertura.
Antenas 5G flotantes en bandas milimétricas: más cobertura, menos interferencias
Esto es lo que han diseñado investigadores de Ohio. En concreto, se trata de antenas 5G que operan en EHF (entre los 30 y los 300 GHz) que se encuentran “flotando” o suspendidas, con el fin de aumentar la potencia y aliviar el espectro electromagnético. La EHF se encuentra poco saturada, sobre todo si lo comparamos con bandas situadas entre los 800 MHz y los 2,6 GHz.
El tráfico de red móvil no para de aumentar año tras año, y es por ellos que se necesita hacer frente a tal demanda con antenas que sean capaces de ofrecer el mayor ancho de banda posible. Así, recurrir a una frecuencia más alta implica poder aumentar cómodamente la velocidad de navegación, aunque a cambio de tener unas antenas con menor alcance.
Al ser una frecuencia tan sensible y corta, cualquier pequeña modificación que se le pueda hacer permite que la cobertura aumente significativamente. Por ello, el grupo de investigadores lo que ha creado es un conjunto de antenas usando impresión en 3D y otros sistemas de precisión para crear unos soportes que permitan que las antenas estén flotando.
Aislando la antena se consigue mayor cobertura
La idea detrás de esto es aislar la antena físicamente de cualquier superficie que pueda debilitar la señal. En la actualidad, cualquier pared, muro, o incluso un mástil debilitan parcialmente la señal, pero al tener más alcance esto suele ser despreciable, sobre todo por la direccionalidad y la comodidad de montarlas en un mástil.
En total, lo que se esperaba conseguir con este diseño es una eficiencia de más del 85%. Actualmente esto no se ha conseguido con antenas compactas que operen en EHF. Además del diseño que evite estar en contacto con la mayor parte de superficie posible, los investigadores también trabajan en una estructura de lentes que focalice y amplifique las señales generadas por esta antena.
La investigación llamó tanto la atención de la National Science Foundation (NSF), que les dieron 300.000 dólares para que siguieran desarrollando la idea de estas antenas flotantes en miniatura. Además del 5G y conectividad inalámbrica móvil, esta tecnología podría utilizarse en otro tipo de comunicaciones de corta o larga distancia, como satélite, radares, seguridad o aplicación médicas. Donde más utilidad tendrá este tipo de diseños será en ciudades, donde las interferencias podrán llegar a ser mayores, y se abrirá la puerta a velocidades de varios gigabit en nuestros teléfonos móviles.