El modo de usar internet y las nuevas tecnologías ha cambiado mucho de unos atrás hasta la actualidad y gran culpa de ello seguramente la tenga los smartphones de última generación. Dispositivos que a día de hoy casi todo el mundo lleva en sus bolsillos y desde donde estamos continuamente conectados.
Desde el móvil navegamos por Internet, consultamos el correo electrónico, chateamos con nuestros amigos y familiares o consultamos las redes sociales. Algo que hacemos también desde el ordenador pero cada vez con menor frecuencia. Tantos avances tecnológicos han provocado que la mayoría de usuarios hayan perdido el control de sus datos personales y no sepan por donde circulan, qué aplicaciones los tienen en su poder o quién se está aprovechando para vendérselos o cedérselos a terceros y aprovecharlos para realizar campañas de publicidad, por ejemplo.
Sin embargo, la Unión Europea se ha propuesto devolver a los ciudadanos el control de sus datos personales y de ahí que hoy mismo ha aprobado la reforma de la normativa de Protección de Datos que permitirá adaptarse a un entorno digital y obligará a las empresas no europeas a ajustarse también a la ley.
De esta forma se modifica la normativa de privacidad que estaba vigente desde 1995 y que por lo tanto no contemplaba los avances tecnológicos y el cambio de hábitos de los ciudadanos. Y es que hoy en día, la mayoría de usuarios desconocen el nivel de privacidad que tienen establecido en sus perfiles de las redes sociales, de ahí que cada vez sean más frecuentes las suplantaciones de identidad o el robo de datos.
Entre las novedades incluidas, podemos encontrar la obligación de notificar a los usuarios de nuevas tecnologías cuando se produzcan violaciones de seguridad en los servicios utilizados, también se incluye el derecho al olvido, la necesidad de la persona que se exponga al tratamiento de sus datos dé su consentimiento, el derecho a ser informado si sus datos personales han sido pirateados y multas de hasta el 4% de la facturación global de la empresa en caso de que realicen algún tipo de infracción.
La reforma incluye también otra clausula que hace referencia a la transmisión de datos ante situaciones de investigaciones judiciales con la intención de proteger a las personas implicadas en este tipo de hechos independientemente de si son víctimas, acusados o testigos. Además, desde la Agencia Española de Protección de Datos, aseguran que el nuevo reglamento va a tener una repercusión importante en la protección efectiva de los derechos de los ciudadanos, puesto que se aplicará a toda empresa que trate con datos de ciudadanos europeos aunque la compañía no esté establecida en la Unión Europea.