«Conéctate a Internet estés donde estés», rezaba el eslogan del operador móvil que Mediamarkt lanzaba hace algo más de un año y bajo el nombre Simly, completamente alejado de su marca como ‘gran almacén’. Mediamarkt configuró su operador móvil virtual para la prestación únicamente de datos móviles, y con tarifas desde 500 megas hasta 10 GB. Finalmente, el intento de Mediamarkt de conquistar las telecomunicaciones ha fracasado y lo único que se mantiene es un portal web de despedida y para tramitar la baja del servicio.
El problema de base es que sus tarifas no eran buenas, sencillamente porque no eran competitivas en relación a ofertas del mercado como la de MÁSMÓV!L, que desde antes del lanzamiento del operador móvil de Mediamarkt, ya tenía el precio del giga en casi dos euros menos. Y por otro lado, la limitación de no ofrecer llamadas, un punto clave en el que también sus rivales directos batían a Simly con bonos, o sencillamente un coste reducido por minuto. Porque, aunque luego no se lleguen a utilizar, lo cierto es que los usuarios prefieren tener disponible la posibilidad de utilizar llamadas, como es evidente. Y sino, el ‘público’ de la tarifa queda limitado a los usuarios de Internet en tabletas y portátiles.
«En mayo de 2015, Mediamarkt trató de salvar su operador móvil virtual Simly añadiendo bonos de datos. Un cambio que, pocos meses después, demuestra no haber cuajado.»
Un operador mal planteado. Simly, de Mediamarkt, se despide
Aunque era difícil encontrar esta información, el operador de Mediamarkt se nutría de la infraestructura de Yoigo para dar cobertura a sus clientes. Y como recordaréis, Yoigo a su vez mantiene dependencias en estos términos con Movistar, que sirve conexión a los clientes de la operadora de TeliaSonera donde esta no alcanza con sus ‘torres’. Por lo tanto, una cadena de dependencias donde se vuelve realmente complicado conseguir beneficio por las tarifas ofrecidas. Esto, al mismo tiempo, se traduce en ataduras para permitirse la evolución de sus tarifas. Y de nuevo volvemos al punto en que MÁSMÓV!L ya era capaz de ofrecer el giga más barato.
Por lo tanto, todas las piezas necesarias para un operador mal planteado, con limitaciones ‘cara al cliente’ dejándole como única opción la navegación por Internet, y en su propia estructura interna con las dependencias en la cadena Simly-Yoigo-Movistar. ¿El resultado? La página web en la que Simly se despide e invita a sus clientes a tramitar la baja. Ahora bien, el margen de tiempo es hasta marzo, que será cuando se cancelen los servicios aunque el cliente no haya tramitado su baja.