¿Alguna vez has comprado un videojuego de importación? En la mayoría de los casos, la única diferencia que podemos encontrar está en que el libro de instrucciones y la «portada» están en otro idioma, generalmente en inglés, pero a la hora de disfrutar de nuestras horas de juego, no notaremos ninguna diferencia. Otra diferencia, y esta sí es la verdaderamente interesante, es la diferencia de precio, puesto que generalmente son más baratos. De hecho, bastante más baratos.
En títulos recién lanzados, si comprobamos el mercado de importación, podemos encontrarnos con diferencias de entre 10 y 30 euros, nada más y nada menos. Realmente la diferencia es interesante, motivo por el cual cada vez son más los «gamers» que importan sus juegos de otros países a través de tiendas que se dedican esencialmente a esto. Ahora bien, el problema de la importación es el mercado de segunda mano, donde no están aceptados de la misma forma que las distribuciones nacionales, motivo por el cual un videojuego de importación, al final, puede acabar saliendo «más caro».
Aunque también hay quien revende los juegos a particulares, lo más frecuente es que, cuando vendemos un videojuego usado, lo llevemos a una tienda, como GAME, donde suelen pagarnos un ridículo precio, pero es una «venta asegurada». Gracias a esto, aunque sólo si nos valemos del sistema de «cupones», podemos recuperar una pequeña parte de la «inversión» que hacemos en este tipo de contenidos. Por lo tanto, aunque gastemos en un videojuego 60 euros, por ejemplo, si lo revendemos por 20 euros el gasto real es de 40 euros, ¿no?
Aquí es precisamente donde los videojuegos de importación pueden «no salirnos tan baratos». Y es que, aunque en un caso hipotético habríamos gastado 60 euros por una «distribución nacional», y por el de importación estaríamos gastando 40 euros, el primero de ellos podremos venderlo, por ejemplo, por 20 euros, mientras que los videojuegos de importación no son aceptados por este tipo de tiendas como, tal y como avanzábamos, GAME. Por lo tanto, en este caso habríamos gastado, en realidad, exactamente lo mismo. Evidentemente, hay casos y casos, y en algunas ocasiones saldremos «perdiendo» con el título de importación y en otros será lo contrario. La cuestión está en que, si compramos juegos de importación, estaremos asumiendo que tendremos bastante más difícil volver a venderlo.