El truco definitivo: cómo una bomba de calor puede aumentar la autonomía de tu coche eléctrico

La falta de autonomía de los coches eléctricos es uno de los principales problemas por los que muchos conductores no se deciden a dar el salto a la movilidad eléctrica. Un sistema de cargadores todavía con bastante que mejorar en nuestro país además de la necesidad de realizar paradas cada no tantos kilómetros como los coches de combustión hacen de esta autonomía un problema.
Hay que recordar que los coches eléctricos son mucho más sensibles a la temperatura ambiente que los coches de combustión, afectando esta de forma negativa a la autonomía, que se puede llegar a reducir drásticamente según las condiciones meteorológicas.
Bomba de calor, mejora en la autonomía
Puede que te suene el concepto de bomba de calor para la climatización de casa, pero estas también tienen sus utilidades en el ámbito de los coches eléctricos. En esencia, podemos considerar a una bomba de calor como el aparato que sirve para coger la energía térmica que hay en el ambiente (sea frío o calor) y convertirla en la contraria. ¿Qué uso tiene esto en un coche eléctrico?
Bien, igual que se puede utilizar para climatizar el habitáculo del vehículo, también puede servir para refrigerar o calentar la batería del coche y por tanto poder mantenerla dentro de su rango de temperatura idóneo. Hay que recordar que este tipo de vehículos funcionan de forma más eficiente a temperaturas medias, ni excesivamente bajas ni altas, por lo que cualquier ayuda para conseguir la correcta nunca vendrá mal.
La bomba de calor tiene varias partes, constando de un compresor, un evaporador y un condensador para transformar la energía en forma de calor o frío. En los coches que no la llevan, su sustituto es una resistencia, pero es algo mucho más rudimentario y no se consiguen los mismos resultados.
Según explican en la página especializada Forococheseléctricos, el funcionamiento es el siguiente: «El calor (o el frío) se extrae del aire exterior a través de un intercambiador de calor. Transfiere la temperatura a un refrigerante que se mueve en un circuito. A continuación, otro intercambiador transfiere el frío o el calor al aire, que es transportado al interior por un ventilador».
Mayor eficiencia energética
La bomba de calor puede generar más calor empleando menos electricidad que otros sistemas alternativos. Además, tienen la gran ventaja de generar más energía térmica que la cantidad de energía eléctrica consumida para hacerla funcionar, por lo que es un sistema muy eficiente.
Aunque en un buen número de coches eléctricos estas bombas de calor forman parte del equipamiento de serie, en algunos modelos no las llevan, teniendo que recurrir a sistemas como resistencias eléctricas o sistemas de combustión interna. Sin embargo, la buena noticia es que en aquellos que no las llevan, pueden llegar a instalarse.
En algunos coches son considerados un extra, así que aunque crezca el presupuesto, deberías planteártelo a la hora de comprar tu coche eléctrico. Total, con la inversión inicial que puede superar los 1.000 euros de sobrecoste, acabarás teniendo una mayor tranquilidad con respecto a que la autonomía real del coche se ajuste más a la teórica y evitando sufrir ansiedad de la autonomía (range anxiety).