No podrás escapar: este radar estará en movimiento para cazarte

No podrás escapar: este radar estará en movimiento para cazarte

Jorge Majdalani

Además de la vigilancia activa en las carreteras con cámaras, drones y helicópteros, el organismo de la DGT, dirigido por Pere Navarro cuenta con una red de más de 2.000 tipos de radar: fijos, móviles y de tramo distribuidos por toda España que le permiten controlar los excesos de velocidad. Pero también los hay unos que están en constante movimiento y que tienen precisamente esa función: dar caza a los que superen los límites establecidos.

Los coche patrulla saben nuestra velocidad

A simple vista, diríamos que los radares nos hacen una fotografía y que a través de la fotografía, son capaces de averiguar la velocidad a la que nos movemos. Pero los hay que van un paso más allá.

Y es que, los radares, para saber la velocidad de los vehículos, lo hacen a través de ondas de radio. Al enviar una onda electromagnética, choca con los vehículos en movimiento, y rebotan hasta que vuelven al propio radar de velocidad. En función del sonido de esta onda de vuelta, los radares son capaces de averiguar la velocidad a la que circula un vehículo. Este fenómeno es lo que se conoce como el efecto Doppler.

Por su parte, sabemos que se encuentran varios y de distintos tipos, entre ellos los que se hallan en los coches patrulla de la Guardia Civil, los mismos que saben, en todo momento, a la velocidad que circulamos.

Qué debemos saber sobre ellos

Porque, desde que se introdujera la reforma de la Ley de Tráfico en el pasado 2022, el organismo de la DGT siempre ha sido de la idea de que el incremento de los siniestros mortales se debe principalmente a los excesos de velocidad, por lo que ha buscado desde entonces reforzar su vigilancia en las vías rápidas con radares móviles.

Estos van embarcados en vehículos rotulados y camuflados de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, por lo que cada vez es más habitual encontrarse en la carretera con este tipo de dispositivos. Es verdad que antes era más sencillo reconocerlos, sin embargo, cada vez son más sofisticados y disimulados, lo que hace más difícil la tarea de identificarlos.

En primeras líneas, diremos que estos radares o cinemómetros en movimiento son sistemas para el control de la velocidad que van montados en vehículos en movimiento, por lo que calculan la velocidad del infractor indirectamente, ya que debe tener en cuenta la velocidad del vehículo policial. Por su parte, el coche policial circula detrás o delante del infractor, quedando la velocidad sobreimpresa en el video grabado por la cámara.

Radar movimiento coche DGT

Como tal, estos radares se conectan dentro del coche radar, un coche que estará dotado de un control de velocidad que le permite circular a una velocidad estable y constante. De esta manera, el radar calcula la diferencia de velocidad entre el vehículo infractor y el coche radar, que es siempre la misma.

Los más actuales pueden ser los Veloláser, que pueden ser controlados desde cualquier punto, ya que cuenta con tecnología 4G para un control completamente remoto. Este artefacto es indetectable ya que utiliza un sensor láser con tecnología LIDAR para cazar a los infractores, enviando las notificaciones de sanción a vehículos ocultos situados a una considerable distancia.

No solo nos pueden multar por exceso de velocidad

Por tanto, si circulamos en carretera y nos encontramos con un coche patrulla de la Guardia Civil, el mejor consejo es que vayamos siempre a la velocidad justa. De todas formas, y aunque nuestra primera reacción sea frenar, si estos coches de la autoridad llevan instalados estos radares (no en todos los casos lo portan), frenar no servirá de nada, pues los dispositivos ya habrán medido previamente a la velocidad a la que estemos circulando.

Ahora bien, también deberíamos tener presente que un agente de tráfico puede multarnos por otros muchos motivos… y no solo por exceso de velocidad. De hecho, si realizamos alguna maniobra brusca, como meter un frenazo, dar un volantazo o adelantar muy rápido, entonces también nos puede multar por conducción temeraria, penado con una multa de 200 euros.

Por su parte, si el agente considera que estamos poniendo en riesgo directo a otros usuarios de la vía, la multa podría ascender hasta los 500 euros y 6 puntos del carnet. Conviene recordar, igualmente, que al ser el agente de tráfico un agente de la autoridad, este goza de presunción de certeza. O lo que es lo mismo; que será él quien tenga todas las de ganar.

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