En los últimos tiempos hemos comprobado, tanto en carretera como fuera de ella, cómo los radares del helicóptero Pegasus hacían protagonistas a diversos conductores que no solo infringían la ley en nuestras autovías y autopistas, sino que justamente las realizaban con auténticas locuras al volante. ¿Quieres conocer algunas de ellas?
Los helicópteros Pegasus, siempre alerta
Más allá de seguir las recomendaciones que la DGT lanza de manera recurrente (conducir bajo óptimas condiciones de descanso, no sobrepasar los límites de velocidad ni circular bajo la influencia del alcohol o las drogas…) es importante ser conscientes de que la Dirección General de Tráfico está siempre vigilante, detectando todo tipo de comportamientos.
Con todo, y para aquellos que no lo supieran, existen unos helicópteros de la DGT, los denominados Pegasus, que circulan por el espacio aéreo de España y que son capaces de controlar la velocidad de tu coche, por ende, nunca estás a salvo si lo que pretendes es circular a una velocidad demasiado alta.
Así, y si un helicóptero Pegasus nos llega a sancionar, las multas se podrán consultar en la web de la Dirección General de Tráfico, como con cualquier otra multa. En este sentido, el organismo vial publica habitualmente en las redes vídeos en los que comparte las imágenes más impactantes que captan sus helicópteros para aleccionar a todos los automovilistas de los riesgos que supone realizar determinadas acciones.
Mira estas locuras al volante
Porque sí; son muchas son las imágenes que, a diario, vemos en la televisión y en internet sobre maniobras al volante arriesgadas. Aún se desconocen los motivos por los cuales los conductores que las realizan consiguieron el carnet de conducir. ¡Quizás se lo regalaron!
Lo que estamos seguros es que ninguno de ellos se libró de las multas, pues Pegasus los captó justo en el momento en el que cometían este tipo de infracciones. Como veremos, hay para todos los gustos y situaciones.
Se lava los dientes en el coche
Hay para todo tipo de infracciones, a cada cual más grave: desde adelantamientos temerarios hasta excesos de velocidad, pasando por maniobras indebidas para evitar un peaje o la ya clásica situación en la que el Stop parece ser una opción y no una obligación.
Pero una de ellas te va a sorprender. Hablamos del caso en el que el helicóptero Pegasus caza a una conductora, en plena conducción por la autopista, lavándose los dientes como cualquier otra situación del día a día.
la conductora no solo se distrae si no que aparta la mirada de la vía en varias ocasiones, suelta el volante, coge pasta de dientes, pierde el control de vehículo… Es una temeridad.
El Porsche 911 que circula a casi 300 km/h por carretera
Otro de los casos más sorprendentes tuvo que ver este mismo año, en la carretera de la AP-6, en dirección a Madrid, cuando el helicóptero Pegasus cazó a un Porsche 911 circulando a casi 300 km/h por plena autovía.
En concreto, lo hizo a nada menos que 285 km/h, uno de los excesos de velocidad más elevados registrados en nuestras carreteras, quedándose cerca del récord. El conductor, de nacionalidad irlandesa, ha sido detenido por la Guardia Civil, como presunto autor de un delito contra el tráfico.
Sortea a los coches como en un circuito
Otro caso que ha llamado la atención en los últimos años, y que fue cazado por Pegasus, es un conductor que sortea todos los vehículos que encuentra a toda velocidad como si estuviera en un circuito.
La DGT recuerda que la conducción temeraria puede constituir una sanción administrativa (infracción muy grave, 500 euros y retirada de 6 puntos del carné). Cuando es delictiva, el Código Penal la castiga con penas de prisión de 6 meses a 2 años y privación del derecho a conducir por un tiempo superior a un mes y hasta 6 años.
Se inventa un cambio de sentido
Esta que vemos es una de las locuras más absurdas y sin sentido que hemos encontrado en las cámaras de la DGT por Peagsus. Si ves el vídeo desde el principio, parece que el accidente va a llegar en otro momento y por parte de otro conductor.
El protagonista de este vídeo no está contento con su marcha y prefiere dar media vuelta. La paciencia no es su punto fuerte, puesto que no espera a alcanzar una rotonda. En plena vía interurbana decide saltarse dos líneas continuas para lograr su objetivo. El problema es que se lleva por delante a otro automóvil que no tiene ninguna culpa.