Ayer, el Gobierno de España confirmó los nuevos plazos para el segundo dividendo digital, donde el simulcast dejará de estar disponible a partir del 1 de octubre de 2020, y el 1 de noviembre de 2021 toda emisión en la banda de los 700 MHz deberá haber desaparecido. La subasta de esa banda de frecuencia tendrá lugar en el primer trimestre de 2021, y el coste para los operadores será menor.
La subasta de los 800 MHz se saldó con el pago por parte de los operadores al Estado de 1.200 millones de euros. Se esperaba que la cifra de los 700 MHz fuese mucho mayor, ya que es una frecuencia muy golosa por su mayor alcance. S&P calculó que el gobierno iba a recaudar unos 1.050 millones de euros en la subasta, a los que habría que sumar entre 100 y 500 millones de la de los 26 GHz. En la de los 3,6 GHz recaudó 438 millones.
El 5G llegaría al 95% de la población en 2026
A cambio de rebajar el coste de los 700 MHz, el Ministerio de Economía quiere que los operadores cumplan unos objetivos mínimos de cobertura, de manera similar a lo que se hizo con el 4G. En 2011, el gobierno obligó a los operadores a comprometerse con ofrecer una cobertura de más del 95% de la población de España con 4G, donde el 95% de los municipios de menos de 5.000 habitantes tenían que tener esta conectividad antes del 31 de diciembre de 2019.
La solución que aplicaron los operadores para cumplir con esa exigencia fue que, cuando uno de ellos llegase a un municipio, permitía el acceso alquilando sus redes al otro operador (roaming). Gracias a ello, se repartieron la alta carga de despliegue que han llevado a cabo en los últimos años.
Por ello, el plan de Nadia Calviño consiste en rebajar ligeramente el dinero que esperan recaudar a cambio de que el despliegue se haga en un espacio de tiempo mucho más corto, donde también se está barajando que no sólo se compartan antenas, sino que también se comparta espectro. El gobierno es consciente de que, si exige un rápido despliegue, los operadores vayan a pagar menos dinero por las frecuencias en la subasta.
El 5G necesita ir acompañado de despliegues de fibra óptica
La idea es que el 5G alcance en los próximos cinco años una cobertura lo más parecida posible al 4G en la actualidad, superando al 95% de la población. El problema del 5G es que necesita una red troncal de fibra óptica para las comunicaciones. Con el 4G, en zonas rurales se utiliza el radioenlace de microondas para comunicar antenas entre sí, pero con el 5G sólo se podrá hacer eso en zonas con una demanda muy baja, por lo que será imprescindible que haya fibra hasta casi todas las antenas. Por suerte, la cobertura de fibra no para de crecer en España y ya supera el 80% del país.
El impacto del 5G vs 4G en la economía española va a ser enorme, y gracias al gran despliegue de fibra óptica que hay en España, las redes de nueva generación van a ir llegando más rápido a la población.