¿Para qué sirven los sensores del asfalto? ¿Me pueden multar con ellos?
Hay elementos de las carreteras que no sabemos muy bien para qué sirven. Puede que hayas visto en alguna ocasión unos cables negros que cruzan la vía y no te hayas parado a pensar cuál es su función. De hecho, puede que incluso hayas escuchado que son un elemento más de la DGT para multarte. ¿Qué hay de cierto en todo esto?
Vamos a repasar cuál es la función de estas bandas del asfalto que actúan como sensores. ¿Para qué se colocan? ¿Pueden medir la velocidad para multarnos?
El propósito de los sensores del asfalto
Lo cierto es que esas bandas negras que cruzan la carretera tienen una función de medición de diferentes parámetros. Actualmente, la DGT tiene desplegados unos 3.500 dispositivos de este tipo a lo largo de la red nacional de carreteras, siempre en vías que son de titularidad pública. También se pueden encontrar dentro de poblaciones, en este caso instalados por los ayuntamientos.
El funcionamiento de los mismos es simple: estos cables están rellenos de aire y la presión de las ruedas del vehículo al pasar por encima hace que el aire se comprima y se active el sensor. De esta forma, pueden establecerse ciertas estadísticas relacionadas con el estado del tráfico. Sobre todo, los cables cuentan tanto el número de vehículos que pasan por encima de ellos como el intervalo temporal en el que lo hacen.
Cuidado: miden también la velocidad
En ocasiones, estos sensores actúan también como cinemómetros de contacto. Este sistema de medición de la velocidad se activa al ser aplastados por las ruedas del coche, permitiendo así calcular la velocidad de los vehículos que pasan por encima. El pulso de presión cierra un interruptor de aire, produciendo una señal eléctrica que se transmite a un contador o software de análisis. El sensor neumático del tubo de la carretera es portátil y utiliza plomo-ácido, gel u otras baterías recargables como fuente de alimentación.
Es un sistema poco empleado para sancionar por ser poco preciso y por la elevada probabilidad de que sufra desperfectos por el mero contacto con los vehículos, por lo que generalmente se emplea solamente para conocer la velocidad media en determinados puntos.
Las dificultades en su medición están sobre todo en que son más ineficaces cuanta más velocidad tienen los vehículos que pasan por encima. La unidad central a la que van unidos esos cables negros cronometra el tiempo que transcurre entre ambas señales. Sabiendo la distancia entre ambos sensores, es posible calcular la velocidad.