Ante el escenario del coche eléctrico, las electrolineras están viéndose cada vez con más frecuencia en diversos puntos repartidos por todo el país. Es verdad que todavía su red es insuficiente, de hecho, este el probablemente el principal problema y quebradero de cabeza para muchos, también para fabricantes. Pero, ¿cómo son estas electrolineras? ¿También se paga de una manera diferente?
Las electrolineras para transformar la movilidad
La movilidad sostenible es uno de las partidas protagonistas de los fondos de recuperación destinados a proyectos diseñados para modernizar el país. En ese contexto, la nueva movilidad tiene dos grandes retos: impulsar la adopción del coche eléctrico y el desarrollo de infraestructuras de transporte de calidad que permitan hacer realidad de forma efectiva los nuevos modos de transporte.
Ahí es donde entran en juego las conocidas como electrolineras, las mismas que se ven como las estaciones de repostaje de toda la vida… pero dirigidas especialmente a los que son estos coches eléctricos. Ante esto, tenemos una solución que va más lejos de todo esto.
Y es que, en su mayor parte, esta combinación de vehículos electrificados y de infraestructuras innovadoras, sostenibles y digitales tiene el potencial de transformar la movilidad, reducir el impacto medioambiental y optimizar el transporte de personas y de mercancías. De todas formas, el funcionamiento de este tipo de servicio es algo diferente.
Cómo son
En este sentido, de todas formas, no podemos decir que sean algo nuevo, ni mucho menos. Tya cierto recorrido, pero no hace tanto que lo incorporamos. Por tanto, para describir como son estas electrolineras, diremos que son unas estaciones de servicio donde, en lugar de gasolina, se dispensa energía para recargar las baterías de los coches eléctricos.
Aquí también se pueden enchufar los vehículos de especificación híbrida, tanto los que son los convencionales, los HEV, como los enchufables, los PHEV, así como las operaciones que efectuaremos (repostar electricidad o recambiar las baterías, en su caso). Asimismo, también hay que mencionar que con ellas hay dos tipos.
Estas son las de recarga y las de recambio de batería. Sin embargo, el problema de las segundas es la variedad de modelos de baterías, puesto que aún no existe una batería universal. Es decir; la principal diferencia frente a uno de gasolina es que el primero se puede recargar en casa mediante un enchufe convencional, así como instalando un punto de carga, mientras que para el segundo es obligatorio acudir a una estación.
Fuera del domicilio, los conductores de vehículos eléctricos recurren a las electrolineras y, el resto, a las gasolineras. (Aunque hay gasolineras que cuentan con puntos de recarga para coches eléctricos). Ante esto, las electrolineras cuentan con tomas de recarga rápida y, por lo general, funcionan a través del autoservicio. Los usuarios deben pagar la energía consumida para recargar su coche exactamente igual que se paga el combustible en una gasolinera.
El pago se puede hacer mediante la aplicación del operador
Y no; pese a lo que pudiera parecer, o mejor dicho, a lo que algunos buscan pensar, realizar la recarga del coche eléctrico no cuesta ni el doble ni el triple de lo que sucedería hacerlo con uno de combustión. Para ello, bien sea en una estación de recarga pública que se encuentra en la calle o en alguna de las zonas localizadas para ellas, como pueden ser los centros comerciales, entre otros, podemos contar con las mismas, situadas en pueblos, ciudades y rutas de larga distancia.
Para usar las estaciones de carga todo lo que necesitas es una tarjeta de crédito o la aplicación de uno de los operadores del servicio de recarga, igual que cuando eliges el proveedor de servicios de tu smartphone. Actualmente existen energéticas como la de Iberdrola o Endesa que operan con este método inteligente. En el caso de la última, conocida como JuicePass, sabremos buscar el punto de recarga público más cercano, reservarlo, y gestionar la recarga desde el móvil.
A día de hoy, en España existen más de 9.100 puntos de recarga o estaciones de servicio eléctricas y más de 24.000 conectores para coches eléctricos, según datos de Electromaps. Incluso podemos encontrar puntos de recarga ‘profesionales’ que solo tardan 30 minutos en cargar el vehículo. Estos son los que se suelen encontrar en centros comerciales.