El desarrollo de la tecnología ha permitido que muchos países puedan mejorar su armamento y contar tanto con los mejores sistemas de ataque como de defensa. Los ejércitos de diferentes naciones están desarrollando distintas armas futuristas que parecen sacadas de una película de ciencia ficción.
Sin embargo, estas armas no tardarán en aplicarse en diferentes guerras, aunque algunas de ellas ya se están utilizando en la actualidad.
Una de las mayores ventajas que tienen algunas de estas armas es que son portátiles y se pueden implementar en vehículos, por lo que esto facilita mucho a los militares su uso. Además, les permite ahorrar el tiempo que perderían montando toda la estructura del arma y su instalación, pudiendo pasar directamente a su uso y dispararla contra los enemigos.
Drones, misiles hipersónicos, armas microondas…
Por ejemplo, los drones están siendo cada vez más usados por la cantidad de posibilidades que ofrecen. Su pequeño tamaño y su dinamismo a la hora de controlarlo permiten que sea un vehículo aéreo muy útil.
Puede utilizarse como un sistema de reconocimiento o espionaje con el que revisar un terreno mediante el uso cámaras colocadas en el dron, pero muchos países los usan como arma para atacar diferentes objetivos. De hecho, pueden usar infrarrojos para detectar enemigos.
Pero estas pequeñas aeronaves cuentan con un punto débil. Concretamente, otro tipo de arma como son los cañones que emiten radiación microondas. Gracias a estos dispositivos, los sistemas electrónicos pueden dejar de funcionar o incluso llegar a explotar por culpa del sobrecalentamiento, incapacitando de esta forma el armamento enemigo.
El uso de miras térmicas o sistemas de visión nocturna también aportan una gran ventaja al usuario, pudiendo ver con total claridad al enemigo en ambientes donde de forma normal sería imposible localizarlos.
Una de las claves a la hora de realizar un ataque es la rapidez. Es por ello que el uso de misiles hipersónicos es otra arma muy destacada. Estos proyectiles son capaces de viajar a una velocidad hasta cinco veces mayor que la velocidad del sonido, por lo que pueden recorrer miles de kilómetros en muy poco tiempo.
Corea del Sur recientemente desveló haber fabricado un misil que tenía el mismo poder de destrucción que un arma nuclear, por lo que este tipo de proyectiles pueden llegar a cambiar el destino de una guerra al impactar contra el objetivo.
Robots, armas electromagnéticas y láser…
Sin embargo, para neutralizar este tipo de amenazas el uso de sistemas como satélites es una posibilidad. De hecho, Estados Unidos hace poco desveló que iba a usar estos sistemas para interceptar cualquier tipo de armamento hipersónico.
El avance de la tecnología también ha hecho que se puedan usar vehículos armados de forma autónoma. Esto es algo positivo ya que permite a los militares controlar el arma a distancia sin ponerse en riesgo y estando seguros.
Algunos de estos vehículos son robots que se mueven gracias al uso de una Inteligencia Artificial y saben cómo actuar en cada momento. Estos vehículos no suelen ser de un gran tamaño y la tónica general es que presenten un aspecto muy parecido al de un tanque.
Y es que la participación humana en las guerras del futuro será cada vez más limitada. Muchos de estos vehículos autónomos también pueden emplear armas electromagnéticas, que consiste en un dispositivo que genera cantidades muy grandes de energía que, al impactar con el objetivo, puede eliminar de forma completa o parcial los sistemas electrónicos de los enemigos.
Estamos acostumbrados por diferentes películas a ver como se usan armas láser para atacar a los enemigos. Pero la realidad supera muchas veces a la ficción y algunos países están desarrollando sus propias armas láser para derribar objetivos aéreos.
Por último, el LRAD es un arma de largo alcance que consiste en un dispositivo acústico que emite sonidos que pueden llegar a ser dolorosos para las personas a la que va dirigido.