¿Te ha ocurrido? Es posible que se te hayan roto los cables del router y que te encuentres con que no te funciona tu instalación. A partir de este punto puede resultar un poco complicado saber qué hacer. ¿Tiene que cambiarte los cables tu operador o deberías buscar un recambio por tu cuenta? Te vamos a ayudar a que puedas saber cómo actuar en este tipo de caso y que así vuelvas a tener tu conexión disponible lo antes posible.
Con el paso del tiempo o por cualquier otro tipo de motivo, los cables de tu router podrían dañarse. Se trata de una de las incidencias que ya han sufrido muchos usuarios y que no debería quitarte el sueño. No obstante, hay ciertos aspectos que debes tener en cuenta para determinar si tendrás que repararlo por ti mismo, si será el operador el que se ocupe o incluso si tendrá un cargo económico que habrá que afrontar.
Hay que llamar al técnico
Lo primero es lo primero: contacta con tu operadora. Lo cierto es que no se trata de una avería que resulte tan infrecuente tal y como puedes comprobar en los foros de soporte de empresas como Orange o Movistar. En la mayoría de los casos no vas a tener que preocuparte por los costes de la reparación. Es obvio que la operadora quiere que sigas disfrutando de tu conexión a Internet, así que no te van a poner pegas para cambiarte el cable. Si se encuentra en garantía y no se ha cometido ninguna irregularidad, no tendrás ni siquiera que pagar el desplazamiento del técnico. Estos costes suelen correr a cuenta de la propia operadora.
Es posible que, en este contexto, el cable se haya roto porque era de un router viejo o debido a que se ha degradado con el paso de los años y el uso. En contraposición a esto, también podría ser que lo hubiera mordido tu perro y que estuviera roto con claros desgarros producidos por los dientes del animal. Ese tipo de situación es distinta, puesto que el técnico podría llegar a cobrarte el desplazamiento y la mano de obra para hacer la reparación. Lo mismo se puede decir de aquellos casos en los que tú hayas hecho el destrozo y sea algo que se aprecie claramente. Tienes que pensar que los técnicos que trabajan para los operadores están acostumbrados a este tipo de incidencias y que son capaces de reconocer lo que le ha ocurrido al router prácticamente en cuestión de segundos.
De todas maneras, lo más probable es que, en la mayor parte de los casos, no tengas que afrontar ningún pago. Tras realizar el análisis de la incidencia, el técnico se ocupará de tomar nota en su dispositivo acerca de lo que ha ocurrido y de la situación en la que se encuentra el cable. Lo más habitual es que no detalle que el problema del cable era culpa tuya y que, por lo tanto, no tengas que hacer frente a los costes de la mano de obra y el desplazamiento. Lo que hará el técnico será solucionar la avería y marcharse para que puedas seguir disfrutando de tu conexión a Internet.
¿Lo podría cambiar por mi cuenta?
Esta es otra solución, aunque no siempre tiene que ser lo más recomendable. Todo dependerá del tipo de avería o de cable que se haya roto concretamente. Si se te ha roto un cable sencillo, como el que sale del router y va a la roseta, es posible que no tengas problemas en comprar otro. Solo tendrías que desconectar el cable del todo y llevarlo a una tienda especializada para que puedan darte otro exactamente igual. Es importante que no cambies el tipo de cable, para así asegurarte de que el funcionamiento es el adecuado.
Un problema que no podrías afrontar por tu cuenta sería que se hubiera averiado la roseta o alguno de los otros elementos que tiene la instalación. Eso supondría mayor dificultad, dado que deberías colocar el cable de la fibra, lo cual no resulta nada fácil. Piensa que tendrías que usar herramientas profesionales, como una fusionadora, y podrías llegar a dejarlo todo en un estado todavía más dañado. Eso supondría problemas y que las consecuencias de llamar al técnico quizá no se salden de la forma en la que te hemos explicado antes.
Lo importante que debes tener en cuenta es que la visita del técnico es prácticamente imprescindible si quieres que todo se resuelva con eficacia y rapidez. No puedes, por ejemplo, solicitar a tu operador que te mande por correo un cable de repuesto por mucho que insistas en que tienes conocimientos para cambiarlo por ti mismo. El técnico siempre tiene que ir a tu casa con el cable, instalarlo y luego asegurarse de que tu conexión funciona correctamente. Solo a partir de ese momento podrá marcharse y dar por cerrada la incidencia.