El sitio en el que tengas la roseta de la fibra óptica determina el punto en el que la red entra de la calle a tu casa. Es posible que te hayas planteado cambiar su ubicación para que la señal WiFi llegue mejor a todas las habitaciones o porque quieras redistribuir los muebles del salón de otra manera y la roseta moleste. Sea cual sea el motivo, debes saber que sí se puede hacer, pero posiblemente te cueste dinero.
La roseta de fibra óptica o del PTRO (Punto Terminal de Red Óptica) es imprescindible para que el Internet de alta velocidad llegue al domicilio. Gracias a ella, podemos conectar los ordenadores, las Smart TV, las consolas de videojuegos, los smartphones u otros dispositivos IoT a la red.
A veces, se encuentra en un punto de la casa y tenemos que recurrir a amplificadores para que la señal sea más grande. Sin embargo, eso no siempre garantiza que el WiFi llegue correctamente a todas las habitaciones. Ante esta situación, posiblemente te hayas planteado cambiar la roseta de sitio. Esto es posible, pero no es tan fácil como parece y lo más probable es que tengas que hacer un pequeño desembolso de dinero.

Empalmar el cable de fibra no es suficiente
El proceso para cambiar la localización del PTRO de casa es más complejo de lo que parece en un principio. No basta con alargar el cable que ya tienes. Los empalmes en la fibra óptica, al contrario de los cables eléctricos, no están recomendados, puesto que cada unión supone una debilitación de la potencia de la luz láser que viaja por el interior del cable.
Cuando una operadora lleva la fibra a un hogar, esta mide los empalmes que realizan para que quepan dentro del presupuesto óptico. Además, la manipulación de un cable de fibra óptica debe ser muy delicada, ya que es muy frágil y no debe doblarse, estirarse ni enrollarse. La pérdida de fuerza de la luz láser afecta al funcionamiento del WiFi en la casa, por lo que es una tarea de la que solo los profesionales técnicos pueden encargarse.
Dentro de la roseta, el cable de la fibra se une con dos conectores SC/APC verdes en sus extremos. Por lo tanto, cambiar su localización no solo afecta la roseta, sino a los cables que junta. De hecho, su movimiento también repercute al cable que conecta el domicilio con la caja CTO más próxima.
Como habrás podido leer en los párrafos anteriores, el cambio de sitio del PTRO es sumamente complicado. Por ese motivo, el primer paso es rendirse ante la idea de hacerlo por cuenta propia y reconocer que es una tarea de la que se debe encargar un técnico de tu operadora. Es decir, si quieres mover la roseta sin riesgo a quedarte sin Internet, deberás llamar a profesionales y pagar por sus servicios.

¿Cuánto cuesta cambiar la roseta de fibra de sitio?
El movimiento del Punto Terminal de Red Óptica de un sitio a otro de tu domicilio puede costar más o menos dependiendo del operador que tengas contratado. Por ejemplo, Movistar cuenta que en el servicio de reinstalación entra el desplazamiento del técnico, que tiene un importe base de 25 euros sin IVA + 50 euros sin IVA de la visita domiciliaria. En la visita, el instalador deberá valorar si se requiere instalar más rosetas o añadir metros de cableado e informará al cliente del coste de dichos servicios.
Una alternativa para evitar pagar tanto es cambiar de teleoperadora. En este caso, el usuario deberá solicitar a la nueva compañía la instalación de la roseta desde otro punto de la casa. Los técnicos suelen intentar reutilizar la fibra que ya existe para reducir esfuerzos, por lo que deberás insistir en que te pongan una nueva.
En algunas instalaciones de fibra óptica, el ONT (Terminal de Nodo Óptico), que se conecta directamente al cable, y el router, que distribuye la conexión a Internet, son dos dispositivos distintos. Si este es tu caso y el problema con la disposición de la roseta es la mala señal WiFi, puedes tener otra solución a la vista: mover el router con una buena extensión del cable Ethernet sin necesidad de reubicar el PTRO.
En resumen, se trata de un proceso complejo que no está al alcance de cualquiera, pero que sí es posible realizar. Si no estás seguro, lo mejor es que te pongas en contacto con tu operadora para que sea ella la que realice el trámite. Como te indicamos, el proceso no es fácil y es recomendable evitarlo salvo que contactemos con nuestra operadora para que se ocupe del cambio pertinente. Si intentas llevar a cabo el proceso de reubicación por tu cuenta. habrá algunos aspectos que siempre tendrás que tener en mente. Por ejemplo, que no hay que hacer ningún tipo de nudo con la instalación de los cables. Eso provocaría que la conexión pudiera dejar de funcionar y también pondría en riesgo los cables, la roseta y la instalación.
Algo que también tienes que evitar es hacer curvas con los cables. El proceso de reubicación tiene que ser muy cuidadoso, prestando atención a cada uno de los detalles y evitando posibles problemas. Por último, tampoco tienes que apurar la colocación de la roseta y la instalación de los cables. Tiene que estar holgado y que no quede muy tirante, ya que eso evitará otros posibles problemas a largo plazo.