Con la llegada de las conexiones de alta velocidad que ofrece la fibra óptica, muchos usuarios se han planteado mejorar los dispositivos de red de casa para aprovechar al máximo ese aumento de velocidad en las conexiones. Cambiar el router para mejorar la cobertura y la velocidad de acceso es una de las mejores medidas para exprimir al máximo tu conexión de fibra, pero, ¿cómo son y para qué sirven sus cables?
Aunque el router parezca por fuera un dispositivo muy sencillo, en su interior guarda todo un centro de operaciones con muchos elementos distintos. No solo tenemos distintos puertos para funciones diferentes, sino que a nivel de software, un router también cuenta con numerosas partes que reconocemos en los ordenadores. Un router también tiene procesador, memoria RAM y memoria ROM para el sistema operativo.
A continuación, nos centraremos en contarte qué puertos puede tener el router y para qué sirve cada uno. Algunos de ellos se usaban en routers de líneas ADSL que usan cables coaxiales (cobre), mientras que otros están presentes en los nuevos routers para conexiones de fibra óptica.
El cableado del router
Cuando abres la caja del router por primera vez, todos los cables y puertos diferentes pueden resultar intimidantes. Incluso el manual de instrucciones puede parecer un idioma extranjero. Es ahí cuando vemos que los conectores correspondientes hacia lo que será la red son bastante parecidos.
El más pequeño, que corresponde al cable telefónico, se llama en realidad RJ-11; por su lado, el que podemos encontrar al final del cable de red, que es más grande, recibe el nombre de 8P8C, aunque comúnmente nos referimos a él como RJ-45. También tenemos el WAN, el clásico de Internet.
De tamaños muy similares, lo que damos con ellos es una de las razones más potentes (y principales) para los que se hace el correcto funcionamiento de nuestra conexión a Internet. Vamos a conocer cuáles son las características de cada una de estas interfaces, para que así puedas saber qué tienes entre manos la próxima vez que trastees con el cableado de tu conexión y tu teléfono, si es que este lo utilizas en estos días, claro…
La forma más sencilla de seleccionar un cable es optar por uno con el alcance y el rendimiento que requieres. Eso es precisamente lo que hace al configurar el técnico de la compañía cunado nos instala el dispositivo en casa. ¿Te has fijado?
En esas, y a medida que los routers actuales se vuelven más rápidos y capaces, lo que facilita velocidades de red más rápidas, necesitas cables acordes para aprovechar al máximo. Si buscas uno de reemplazo, una buena idea es elegir una de las versiones más recientes, tanto para aprovechar las velocidades como para preparar su configuración para los próximos años.
RJ-11
El primero de estos cables que tenemos en nuestro router, y que se hacen bien para su conexión, es el que se nombra como RJ-11, el cual es el más pequeño y su función es la de transmitir datos a través del cableado telefónico.
Es por tanto el que se conecta a la famosa roseta de la pared, y al router o módem que se encargue de brindarnos la conexión. Suelen ser dos conectores de plástico transparente conectados mediante un cable. Cada conector suele tener cuatro o seis conexiones de cables.
RJ-45
También tenemos el que se conoce como RJ-45, del cual tenemos la interfaz que presenta el cable de red de tipo Ethernet, que conectamos por un lado al router (en el caso del enrutador, tendrá varios conectores de este tipo) y por otro a la tarjeta de red de nuestro equipo.
También se ve que, por dentro, ofrece contactos para hasta cuatro cables. A la hora de emplearlo con un par de cobre telefónico estándar, se utilizan los dos pines centrales.
Puerto de fibra óptica
Lo común en la actualidad es que nos conectemos mediante fibra óptica, y para ello se usan conectores como SC, LT o ST. Estos ofrecen unas velocidades mucho mayores que los antiguos routers de ADSL.
Los distintos tipos de conector tienen características diferenciales que los hacen más adecuados para un entorno u otro. Normalmente, se elige el SC para facilidad de uso y compatibilidad con fibras monomodo y multimodo, LC para instalaciones compactas y eficientes, y ST para entornos industriales o educativos que requieren durabilidad y conexiones rápidas.
Puerto WAN
Luego tenemos el puerto WAN. Tiene el mismo aspecto que los puertos LAN, pero suele ser de distinto color y estar separado de ellos. Comúnmente de color amarillo, está etiquetado como Internet. Pero veces, el puerto WAN también puede estar etiquetado como WAN. Este puerto está pensado para conectar tu router con el módem y el mundo exterior desde allí. Los puertos LAN están diseñados para conectarse a los dispositivos locales.
Con él podremos conectarnos fácilmente. Para ello bastará con descargar la aplicación y conectarse. Tan solo habrá que dar un minuto a tu router para que se inicie y cree una red. Mientras tanto (si existe otra opción de conexión), descarga la app asociada al fabricante de tu módem. Los módems actuales suelen poder configurarse mediante una aplicación móvil que te guiará automáticamente por el proceso de configuración. Es el método más eficaz.
Puerto LAN
Normalmente los routers domésticos incorporan uno o varios puertos LAN, los cuales son los que pertenecen a la red de área local. Si utilizas IPv4 estarás dentro de una subred de clase C con máscara 255.255.255.0, siendo las subredes más comunes las 192.168.0.0/24, 192.168.1.0/24 o 192.168.2.0/24 aunque depende de los fabricantes pueden ser otras.
A nivel de configuración, todos los equipos salen a Internet con la misma IP pública. Por tanto, tendrán la misma IP pública para salir a Internet. Asimismo, y gracias a tecnologías como la NAT (la capacidad de un router para traducir una dirección IP pública a una dirección IP privada) podremos conectar múltiples equipos vía cable o WiFi y navegar por Internet de manera simultánea, sin necesidad de esperar hasta que se libere algún equipo para nosotros transferir datos.
Otros elementos del router
Además de los cables, un router también puede tener otras ranuras o puertos para conectar dispositivos externos adicionales. Por ejemplo:
- Ranura para tarjeta SIM. Si nuestro router tiene un espacio para tarjetas SIM, significa que además de conectarse por cable también puede conectarse a Internet a través de 4G sin necesidad de módem.
- Puerto USB. En él podríamos introducir un pincho 4G, un disco duro o una impresora. Dependiendo del firmware, el router podría funcionar como almacenamiento en red o como un servidor de impresoras para poder imprimir desde cualquier PC.
- Antenas. Las antenas del router son responsables de distribuir la señal Wi-Fi en el hogar. Pueden ser externas (visibles y ajustables para mejorar la cobertura) o internas (no visibles). Los routers varían en la cantidad de antenas, pudiendo tener desde una sola hasta varias. Si nuestro router no tiene antenas externas, quiere decir que tiene antenas internas.
- LEDs de estado. Estos pilotos nos permiten conocer el estado del router, informándonos de problemas o de falta de conexión. Lo habitual es ver una luz de estado del Internet, otra del WiFi y otra por cada Ethernet.