Cambiar el router de fibra de sitio: Riesgos, trucos y consejos

Cambiar el router de fibra de sitio: Riesgos, trucos y consejos

Juan Lorente

El momento en el que nos instalan la fibra óptica por primera vez en casa es bastante importante. En ese instante el instalador nos preguntará donde queremos que ubique el router, y esto es algo que debemos de pensar muy bien antes de dar una respuesta. El router quedará instalado en una posición de nuestra casa, y lo hará durante bastante tiempo. Pero, ¿es posible que cambiemos nosotros mismos el router de sitio en nuestro hogar? Vamos a darle respuesta a esta pregunta.

Hay muchas razones para querer cambiar el router de sitio es nuestro hogar. Como decimos, la instalación se produce en un momento y bajo unas circunstancias que pueden cambiar en nuestro hogar (por ejemplo, cambiamos la televisión principal a otra estancia de la casa).

También puede ocurrir que la señal del WiFi de tu router no llegue a todas las estancias de la casa, algo que especialmente ocurre en casas grandes o en aquellas que tienen una distribución alargada o que existen barreras arquitectónicas aparentemente sin efectos: como es el caso de las paredes.

Es posible cambiar el router… aunque no a todas partes

La instalación de fibra óptica de tu casa cuenta de dos dispositivos que, según tu operador, puede que estén unidos en el mismo. La ONT siempre está en una instalación de fibra, pero puede que esté dentro del router o fuera de ella, dependiendo de si nuestra fibra es directa o no. Será en la ONT donde vaya conectado el cable o latiguillo de la roseta óptica. Es muy importante señalar que según si tenemos uno o dos dispositivos podremos hacer más movimientos o menos movimientos. Pero vamos por pasos. Las siglas de ONT vienen de Optical Node Terminal o Terminal de nodo óptico. Se trata del dispositivo encargado de conectar la red de tu casa con la centralita de tu operadora.

En el caso de que tengamos los dos equipos por separado, vamos a tener bastantes más opciones para mover el router en nuestro hogar. Eso se debe a que el cable que va desde el ONT al router es un cable Ethernet completamente normal, y para instalarlo solamente tendremos que conectarlo a ambos dispositivos. Con ello podremos colocar nuestro router en la zona de la habitación que queramos, o incluso en otra habitación si compramos un cable Ethernet lo suficientemente largo y nos encargamos de conectarlo.

Por otro lado, si lo que tenemos en casa es un router con el ONT incorporado, entonces vamos a tener más problemas. En este caso lo único que podremos hacer es mover el dispositivo hasta donde nos permita el latiguillo de la fibra óptica, que no suele ser demasiado, ya que estos cables suelen ser muy cortos.  Además, debemos tener en cuenta que manipular este cable está totalmente desaconsejado porque es muy frágil y al doblarlo, estirarlo o enrollarlo puede estropearse y eso solo conseguirá que nos quedemos sin Internet. Si no sabes hacerlo, mejor llama a un técnico. Tienes la opción de comprar por tu cuenta un latiguillo de mayor longitud para instalarlo tú, pero es una operación que no te recomendamos. Como decimos, la opción más recomendada es avisar a nuestra operadora para que nos mande un técnico, aunque esto nos costará dinero, ya que no es una reparación, sino una modificación.

Modificar una instalación de red de fibra óptica puede llegar a ser posible, aunque el operador descarte esa opción. El problema es que es un proceso complejo y acaba siendo bastante caro para el usuario, puesto que se necesita una máquina especial para unir de nuevo la fibra, la fusionadora de fibra óptica, que permitirá cambiar la roseta de fibra óptica de sitio.

Otra posible opción es instalar un latiguillo desde la roseta de fibra óptica hacia una nueva ubicación. Este latiguillo es un cable óptico con dos conectores o cabezales que permiten realizar una extensión desde el punto inicial hasta el próximo. Sin embargo, como decimos, estas son técnicas que debería realizar un profesional y probablemente tengas otras alternativas a cambiar de posición el router.

Si tienes en casa contratada un servicio de ADSL, entonces lo vas a tener también muy fácil para cambiar el router de sitio. Lo único que deberás tener en el sitio donde lo vayas a instalar es una roseta telefónica para conectar el cable que va directamente hasta el router. Bastará con que te lleves el router a la nueva habitación y lo conectes a la roseta de teléfono con un cable RJ11 para cambiar de sitio el dispositivo.

Alternativas a cambiar el router de sitio

Si cambiar el router de sitio es imposible y no quieres pagar a un técnico para que haga el cambio, todavía tenemos dos alternativas. Habrá que hacer algunas compras, eso sí, pero seguramente sea un gasto menor al de la visita del técnico: se trata de repetidores de WiFi o PLC. Vamos por partes.

Repetidores WiFi

Como os hemos explicado más arriba, puede haber varias razones por las cuales pretendas mover el router de tu casa de una ubicación a otra. Si la razón principal de mover el dispositivo es que no te llega la señal bien del WiFi al resto de tu domicilio, hay algunas alternativas que puedes utilizar para poder llevar la señal de manera correcta a estas estancias. Para ello, basta con que nos hagamos con algún repetidor de señal WiFi, que hay de varios tipos, modelos y características en el mercado.

La ventaja de los repetidores es que no necesitas ningún tipo de instalación ni configuración: basta enchufarlos y se encargan ellos mismos de recibir la señal y ampliarla hacia otras habitaciones. Obviamente tienes que instalarlos allí donde quieras que llegue la señal y debes asumir que perderás algo de latencia. La desventaja es que si se trata de una casa muy grande no son muy útiles.

PLC

También tenemos disponibles dispositivos como los PLC, que nos ayudarán a llevar la señal de Internet a través de la corriente eléctrica. PLC son las siglas de Power Line Communications o Comunicaciones a través de la línea eléctrica. Tienen la ventaja de que solo hay que conectar dos dispositivos (los PLC de marras) a los enchufes y estos envían los datos de nuestra conexión a Internet usando el mismo cable por el que circula la red eléctrica.

Estos dispositivos están recomendados sobre todo para edificios cuyas instalaciones eléctricas son más modernas, ya que de lo contrario pueden dar fallos. Si no, siempre puedes hacerte con una red de malla o mesh que te permitirá extender la señal de tu WiFi sin necesidad de depender de la instalación eléctrica.  Al igual que la opción anterior, tienen la ventaja de una instalación sencilla, pero para ser efectivos hay que conectarlos a un enchufe independiente (las regletas, por ejemplo, afectan la calidad de la señal) y si tenemos una instalación eléctrica algo antigua, la potencia se perderá.

La mejor ubicación para instalar el router

Si analizamos bien la ubicación para instalar nuestro router, y a posteriori no realizamos ningún cambio en nuestro hogar, es posible que no tengamos que enfrentarnos a la situación de tener que cambiar de sitio nuestro router. Pero, para ello, debemos realizar previamente un trabajo de análisis hasta encontrar el mejor lugar posible.

Es recomendable colocar el router en un lugar central de nuestra vivienda para que distribuya bien la señal por todas las habitaciones. Teniendo una gran importancia tanto el salón como los lugares desde los que trabajamos, como puede ser el despacho de la vivienda. Además, también es recomendable evitar que quede cerca de electrodomésticos que pueden provocar interferencias y disminuir la intensidad y estabilidad de la señal.

En el momento de la colocación, debemos asegurar que se encuentra en un área abierta y lejos de cualquier elemento que pueda obstaculizar el paso de la señal.

Si hemos seguido todas estas recomendaciones, y pese a ello seguimos con problemas de señal, tendremos que recurrir a elementos como el PLC o los repetidores Wifi que hemos mencionado anteriormente y que pueden ofrecernos el mejor resultado posible en función de nuestras necesidades.

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