Qué son las extrañas señales de radio detectadas en YZ Cet b, un planeta similar a la Tierra
La detección se una señales en el planeta YZ Cet b constituyen la primera vez que se habría detectado la existencia de un campo magnético fuera de nuestro sistema solar. Este «escudo» es imprescindible para el desarrollo de la vida.
Las características de la Tierra son poco comunes ya no solo en el sistema solar sino en la galaxia. La distancia a nuestra estrella, la masa, el periodo orbital, la presencia de agua en estado líquido… todos estos detalles contribuyen a convertirlo en un planeta habitable. Y uno de esos detalles es el campo geomagnético. Este protege el planeta de las partículas energéticas que nos llegan del Sol y que tienen la capacidad de cargarse la atmósfera facilitando la llegada de los rayos ultravioletas. Un ejemplo de esto es Marte y la pérdida casi total de su atmósfera.
En nuestro sistema solar hay otros planetas que tienen un campo magnético: como Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno. Pero ninguno de ellos es sólido. Y los que sí lo son (Mercurio, Venus y Marte), conocidos como planetas rocosos, no tienen este escudo.
Lo dicho, características pocos comunes…pero no únicas. Esta semana un equipo de científicos de Estados Unidos ha detectado evidencia de un campo magnético en el exoplaneta rocoso YZ Ceti b, que orbita una estrella a unos 12 años luz de la Tierra. Las observaciones han sido posibles gracias al conjunto de radiotelescopios Very Large Array (VLA) en Nuevo México y serían la primera detección de un campo magnético en un planeta más allá de nuestro sistema solar, según el estudio publicado en Nature Astronomy.
Z Ceti b es un exoplaneta bastante peculiar. Se encuentra a 12 años luz (nuestros vecinos en términos astronómicos), su masa es muy cercana a la de la Tierra (menos de un tercio más pequeña) y tiene un tamaño muy similar. La diferencia es que se encuentra muy cerca de su estrella… muy cerca: su temperatura es de unos 6.800º C. Para que nos demos una idea lo cerca que está, el radio de la órbita terrestre es 1 unidad astronómica, el de Venus es 0,7, y el de Z Ceti b es 0,01634, es decir está aproximadamente a unas cien veces más cerca de su estrella que nosotros. Tanto que su año dura lo mismo que dos días terrestres: en 48 horas completa toda una órbita. Esto está tan cerca que el planeta «se abre paso» a través del material que se desprende de la estrella, según los autores del estudio. El campo magnético del planeta empuja el plasma cargado eléctricamente que luego interactúa con el propio campo magnético de la estrella, emitiendo brillantes destellos de energía. Unas auroras boreales pero con multivitaminas.
Las señales detectadas por los científicos podrían deberse a perturbaciones magnéticas similares entre una estrella y el campo magnético del planeta.
A la búsqueda de nuevos planetas habitables
«Esta investigación – señala Joe Pesce autor principal en un comunicado – muestra no solo que este exoplaneta rocoso probablemente tenga un campo magnético, también proporciona un método prometedor para encontrar más planetas con campos magnéticos. Y esto es fundamental ya que a búsqueda de mundos potencialmente habitables o con vida en otros sistemas solares depende en parte de poder determinar si los exoplanetas rocosos similares a la Tierra realmente tienen campos magnéticos”.
Pero YZ Ceti b no es un planeta habitable y las ondas de radio que observó el equipo podrían ser de una aurora en la estrella, probablemente creada por las interacciones con el planeta. Sin embargo, el equipo no está 100% seguro de si la aurora estelar es causada en su totalidad por YZ Ceti b. Se necesitan más observaciones para confirmar que esto se debe realmente al campo magnético de un planeta rocoso, y no solo a una característica de la estrella en sí. Sin embargo, el equipo se mantiene optimista de que estos hallazgos podrían conducir a futuros avances en la búsqueda de planetas alienígenas habitables.
“Es muy posible que estemos ante la primera detección de un campo magnético en un exoplaneta rocoso – concluye la coautora del estudio Jackie Villadsen – . Pero creo que habrá mucho trabajo de seguimiento antes de que salga una confirmación realmente fuerte de las ondas de radio causadas por un planeta”.