Los astrónomos han detectado estas estructuras en el espacio, pero son tan grandes que no deberían existir
Los científicos siguen explorando el espacio y encontrando nuevos elementos que, hasta ahora, no sabían que existían. Lo último que ha sido descubierto es una gigantesca estructura que ha roto todas las previsiones y que está provocando que los astrónomos piensen si de verdad existe o no. Porque es tan grande que no debería estar ahí.
El universo es masivo y, por lo tanto, es comprensible que lo que se pueda encontrar en él también tenga unas dimensiones extremadamente grandes. Las estrellas, en comparación a ciertas estructuras, son tan pequeñas que pasan a no tener ninguna presencia si se comparasen. El último descubrimiento que se ha realizado es todavía más impresionante porque tiene un tamaño inmenso.
Así es el Big Ring
Big Ring es el apodo que, por ahora, se le ha puesto a esta enorme estructura recientemente descubierta. Su nombre no deja mucho margen a la duda, puesto que ha sido elegido debido a su tamaño y a la forma de anillo que tiene. Según los astrónomos responsables del descubrimiento, esta estructura tiene un diámetro de 1,3 mil millones de años luz y una circunferencia de 4 mil millones.
Dicen los expertos que por sus dimensiones y otros factores que ahora pasaremos a detallar, es posible que, en realidad, no exista. Hay un elemento fundamental a la hora de hacer este tipo de afirmación: su existencia choca con el principio cosmológico. Bajo este principio, se dice que el universo es homogéneo, y por su definición y características, sería imposible que pudieran llegar a existir estructuras de estas dimensiones. No obstante, el Big Ring no es la única de las estructuras detectadas que se salen de las medidas lógicas. En realidad, hay otras seis «maravillas» del espacio sobre las que muchos astrónomos se mantienen escépticos e incluso circulan muchas declaraciones donde, como decimos, dudan de que puedan existir en realidad.
Estructuras que se escapan a la lógica
Además del Big Ring, las demás estructuras de tamaño ilógico son las siguientes: Gran Muralla de Hércules-Corona Boreal, Giant GRB Ring, Huge-LQG, Giant Arc, U1.11 LQG y Clowes–Campusano LQG. Todas ellas coinciden al tener dimensiones extraordinarias y ser objetivo de estudio de científicos que se han visto atraídos por su misteriosa presencia en el universo. Pero como algunos de los profesionales de la astronomía aseguran, en muchos casos se deforma la realidad y se utilizan estudios determinados para intentar validar las teorías que apuntan a su existencia, mientras que las investigaciones opuestas se dejan de lado. El motivo de ello es que hay una gran presión en la comunidad científica para intentar confirmar su existencia por mucho que, sobre el papel y de una manera objetiva, sea algo difícil de demostrar.
¿Pero por qué? El principal problema es que todas estas estructuras se escapan de cualquier posible explicación que se ponga sobre la mesa sobre su origen. La más plausible sería que son cadenas de agrupaciones galácticas y galaxias que se han formado por medio de las oscilaciones acústicas bariónicas. Pero el problema de esto es que el tamaño máximo que podrían tener sería de 1,2 mil millones de años luz. Y, como te decíamos antes, el Bing Ring mide 1,3 mil millones, no siendo, además, la estructura más grande detectada. Por lo tanto, es inviable considerar que este puede ser su origen.
Las demás estructuras que te hemos comentado caen en la misma situación. Por ejemplo, el Clowes–Campusana LQG, que se descubrió hace décadas, tiene una extensión que llega a los 2 mil millones. Con su análisis, los astrónomos indican que tenemos la oportunidad de ver los cuásar de los que está formada la estructura de una manera que actualmente refleja su estado hace 9,5 mil millones de años. Pero más allá de no entender cuál puede ser su origen, lo que molesta a los astrónomos es que, como decíamos, se rompe el principio cosmológico que respetan incluso las series galácticas. Si este explica que la distribución de la materia en el universo tiene que ser proporcional, ¿Qué puede provocar que haya unas regiones tan inmensas como estas?
Dicen que, para seguir estudiando estas misteriosas estructuras, hay que concentrarse en las pistas y detalles más importantes que se valoran hoy día. Por ejemplo, que tengan unas formas tan distintivas, que sean tan grandes y que, además, tengan una proximidad cosmológica. Tal y como dice Alexia Lopez, que es quien ha publicado el estudio, todos estos detalles parecen estar indicándonos algo, pero hoy por hoy no se sabe qué. Una de las posibilidades que se está barajando es que todo se pueda explicar con nueva física o con una forma distinta de ver la física que conocemos en la actualidad. Por ello, va a ser muy complicado tener una respuesta y requerirá el trabajo e investigación de muchos profesionales a lo largo de los próximos años.