Cómo podemos detectar fugas de energía en la batería del eléctrico
La batería de nuestro coche eléctrico es un componente esencial para el correcto funcionamiento del vehículo. Este forma parte del sistema electrificado, pero lo cierto es que si este falla lo más probable es que tengamos más de un problema para hacerlo reaccionar. Por lo general, puede estar dado por alguna tara en el almacenamiento de la energía, y aunque no es lo más común, es posible que se trate de alguna fuga de corriente en la propia batería del eléctrico. Ahora bien, ¿sabemos cómo identificarla?
La batería del coche eléctrico puede deteriorarse
Estamos acostumbrados a leer que un coche eléctrico es más económico en su mantenimiento y uso, y que al tener menos piezas también se avería menos. Aunque no está exento a sufrir problemas mecánicos. Como cualquier vehículo tiene piezas de desgaste que por el uso continuado sufren y se pueden romper. Y entre ellas, las baterías.
Porque sí; no por ser una de las piezas más longevas (pueden durar alrededor de ocho años) de todo el sistema electrificado, no esté exenta de sufrir problemas de fiabilidad, ya sea al fin de su vida útil o a lo largo de su mejor momento. Y es que, lejos de lo que uno podría esperar, estos componentes que más sufren no son los más evidentes. Tanto es así que en las diferentes averías que pueden sufrir, el factor humano es muy importante.
Entre tanto, y visto como el gran protagonista entre sus componentes, la batería puede sufrir algún contratiempo, más o menos importante, y que tenga que ver directamente con algún tipo de fuga o fallo en la corriente, lo que se conoce como descarga de la energía. Este es un inconveniente que se suele dar, como decimos, en los coches que tienen ya una vida duradera y extensa, aunque también se pueden dar en los más jóvenes.
Qué son las fugas de energía en la batería
Antes de nada debemos saber que la batería moderna de un coche eléctrico es de iones de litio. En el interior de sus celdas con carga positiva son transportados por un electrolito líquido desde el ánodo hasta el cátodo a través de un separador. Este movimiento tiene como resultado la descarga de una corriente eléctrica.
Esa electricidad se utiliza para alimentar el motor o los motores que impulsan las dos o las cuatro ruedas. Sin embargo, por uno u otro motivo, es posible que ese movimiento se dé más rápido de lo que suele hacerlo y, en ocasiones, provocar que esa descarga de la energía se escape y no alimente al vehículo como debería.
Conducción, diagnósticos… así puedes detectarlo
De igual modo, con el paso del tiempo las baterías envejecen, perdiendo capacidad de carga de manera progresiva. Según los fabricantes, esta debe ser reemplazada cuando ya no es capaz de llegar al 70% de su capacidad inicial. Si no es así, llegará un momento en el que ya no sea posible realizar una carga adecuada. El modo de uso es determinante a la hora de alargar la vida útil de la batería y una de las claves es no abusar de la carga rápida.
Por tanto, es el punto más importante a tener en cuenta para no llevarnos sorpresas desagradables. No hay que olvidar que la batería es el componente más caro del eléctrico y, si está cerca del final de su vida útil, nos veremos obligados a tener que repararla o sustituirla. Entonces, ¿de qué manera podemos saber si está sucediendo?
Si bien la información digital que nos transmite el coche puede dar pie a ello (menos autonomía de lo habitual, descargas más rápidas…) sobre la práctica podemos averiguarlo de tres formas distintas.
- Certificado expedido por el taller. Laa mejor opción es realizar la comprobación en un taller especializado, el cual expedirá un certificado en el que figurará la capacidad que mantiene respecto a su estado inicial. Este certificado tiene un coste, pero es muy útil tanto para el vendedor como para el comprador. Para el primero, porque es una forma de garantizar que la batería está en buen estado; y para el segundo, porque puede ahorrarle muchos sustos y dinero a posteriori.
- Prueba de conducción. Obviamente la conducción nos puede arrojar y confirmar nuestras sensaciones. Con este fin, deberemos cargar completamente la batería del eléctrico y realizar un trayecto cuya duración sea equivalente a la autonomía que debería tener con carga completa. Hay que tener en cuenta que la temperatura exterior (si es baja, el coche rinde menos), o el uso de calefacción o aire acondicionado pueden afectar a la capacidad real.
- Diagnóstico por conector ODB. Este es igual de fiable, y aporta mucha información. Para ello habrá que conectar el smartphone al puerto OBD del coche y, a través de una aplicación (generalmente aportada por el fabricante) consultar los datos de la batería. Gracias a ello se pueden leer las averías registradas en la centralita, así como comprobar otra serie de parámetros para evaluar el estado de los elementos.