La ola de calor puede acabar con la batería de tu coche y así puedes evitarlo
La ola de calor que abrasa España también puede tener efectos negativos sobre tu coche (sea eléctrico o no). Son varios los elementos de tu vehículo que pueden sufrir desperfectos por las temperaturas extremas y el sol, por lo que es necesario comprobar antes de arrancarlo que el calor no ha interferido tanto como para afectar en la seguridad de nuestro coche. Y ahí, en lo que se refiere a los electrificados, las baterías también pueden sufrir (y para eso hay que cuidarlas).
Hay que tratar de bajar su temperatura
Sí; sabemos que controlar la temperatura del motor del coche es una de las tareas que todo conductor debe realizar en su vehículo. Más ahora en pleno verano, donde una de las mayores preocupaciones es asegurarse de que la temperatura del motor no suba. Pero en un coche eléctrico eso no basta.
Es así que, al igual que el frío, el calor es un claro enemigo de tu coche. Las altas temperaturas afectan a su rendimiento y pueden ser la causa de diversas averías en verano. El calor y el sol deterioran tanto la carrocería como el interior y son causantes de la pérdida de elementos y, del mismo modo, también la batería.
En este sentido, todo conductor ha comprobado en alguna ocasión que, tras dejar el coche al sol durante un largo periodo de tiempo, el volante llega incluso a quemar. Salir a la carretera en estas circunstancias es un riesgo y antes de emprender la marcha es recomendable tratar de bajar la temperatura del habitáculo. Y en lo que se refiere a la recarga del vehículo, esto no es menos.
El calor también reduce su autonomía
Dada la tradicional reticencia de las marcas a reconocer la pérdida concreta de autonomía de sus baterías en esas condiciones, la compañía FleetCarma, especializada en telemática para vehículos eléctricos comprobó allá por 2013 cómo el Nissan Leaf y el Chevrolet Volt se dejaban un 40% y un 35% de alcance máximo, respectivamente, si circulaban con temperaturas por encima de 30 grados positivos.
Del mismo modo, conducir un coche de estas características electrificadas (100% puro o híbrido), hace porque, al encender el climatizador, se pierda un número significativo de kilómetros potenciales por cubrir. O lo que es lo mismo; si bien existen casos en los que las bajas temperaturas del invierno reducen más de un 30% la autonomía de un coche eléctrico, lop que ocurra en verano dependerá sobre todo de la eficacia del sistema de refrigeración que tenga.
Así, lo que debemos tener en cuenta es que la temperatura óptima de trabajo de las baterías es de entre 10 y 30 grados, por lo que en el momento que éstas bajan de cero o alcanzan más de 45 grados, se produce un descenso de su autonomía.
En la actualidad, los coches más modernos tienen sistemas que hacen por proteger la propia gestión de la energía acumulada por parte de los sistemas inteligentes del coche, como por ejemplo las indicaciones que le da el sistema de navegación al usuario para ser lo más eficiente posible, las alertas en la instrumentación sobre la propia temperatura de la batería y cómo esta puede afectar a la autonomía.
Realiza la recarga en las horas más frescas
Gran parte de los efectos del frío y el calor extremos sobre el rendimiento de estos vehículos podría neutralizarse con las baterías poliméricas y las más recientes de estado sólido, en las que el electrolito líquido se sustituye por uno solidificado, lógicamente menos sensible a la temperatura.
Asimismo, la industria confía en que estas últimas baterías, aún en fase de investigación al igual que las que utilizan electrodos protegidos con grafeno, acabarán con los problemas de autonomía, así como con los incendios que de vez en cuando se han producido espontáneamente en coches eléctricos.
Entonces, ¿qué recomendaciones tenemos para cuidar y alargar lo máximo posible la vida de la batería? Entre las opciones más consideradas tenemos el de realizar la recarga durante las horas más frescas: por la noche o a primera hora de la mañana, cuando hace menos calor y el proceso de calentamiento de las baterías no se ve acompañado por altas temperaturas.
También podemos hacer por encender el aire acondicionado antes de salir: si lo haces durante la recarga, el sistema consumirá energía de la red y no de la batería. De ese modo estas no se sobrecalentarán. Además, muchos coches eléctricos cuentan con sistema de pre-enfriamiento del habitáculo. Y, si tenemos la oportunidad, hacerlo en puntos protegidos, y elegir un cargador protegido del sol. Así, tanto el punto de carga como el vehículo sufrirán menos.