Con los precios que tienen los combustibles en la actualidad, y cada día a precio récord, quien más o quien menos intenta aplicar técnicas y trucos de conducción eficiente con nuestro coche (aunque con precaución; mal ejecutadas, puedes llegar a dañarlo). Y es que el cuidado de nuestro vehículo es algo primordial, pero de lo que también podemos hacer porque la salud del mismo dure más y sea más prolongada.
Cuida tu motor y tendrás un coche saludable
El clima económico actual ha sido difícil para muchos de nosotros. De ahí que seamos muchos los que buscamos buenas y nuevas formas de estirar cada céntimo y recortar gastos, que se extiende también a los coches que conducimos. Ahora más que nunca tiene mucho más sentido mantener un vehículo actual funcionando en buenas condiciones que tener que salir a comprar uno nuevo.
Y dado que un motor nuevo puede costar fácilmente algunos miles de euros, cuidarlo valdrá la pena a largo plazo. Por eso es importante tener la seguridad de que este, al menos, estará bien cuidado. Y para ello, lo mejor que podemos hacer es mantenerlo de una manera precisa y, si puede ser, mimada.
Porque sí; un coche fiable es el sueño de todo conductor, y a todos nos gusta que este se encuentre en perfectas condiciones, que esté sano por dentro y por fuera. El uso del cambio de aceite según los kilómetros, y seguir una serie de consejos muy sencillos conseguirán que nuestro motor dure más tiempo y con buena salud.
Qué podemos hacer
La realidad es que para muchos lo peor llega no sólo cuando el mecánico te pasa la factura, sino cuando preguntamos el porqué de esa avería… y nos explican que con un buen mantenimiento podría haberse evitado. Es por esto que es tan importante que apliques estos trucos para tu coche y que vamos a ver a continuación.
Ya sea un coche nuevo o más añoso, de combustión, híbrido o eléctrico, el motor es el corazón del vehículo, y estar atentos de su manutención (cambiar los líquidos y los filtros a los intervalos recomendados), en ocasiones, no es suficiente para que funcione sin problemas.
La forma en que uno conduce también puede tener efectos adversos en el motor, así que, en este artículo, veremos varias formas sencillas de modificar algunos hábitos de conducción para dar algo más de vidilla de que el motor dure mucho tiempo.
Cada aceite tiene un kilometraje óptimo
Uno de los primeros trucos para ambientar y mimar a nuestro coche tiene que ver con el aceite. Porque de la misma manera que hay que hacer un cambio de aceite cada año, o cada dos años dependiendo del tipo y su calidad, hay un número de kilómetros a partir del cual no se garantiza que el aceite tenga al 100% sus propiedades lubricantes.
Es decir, si nos vamos más allá de los intervalos de cambio que recomienda el fabricante del vehículo, puedes tener problemas de lubricación. Esto se debe a que el nivel de impurezas que contiene el aceite es muy elevado, unido al desgaste ocasionado del propio uso. Has de cambiar el aceite cuando llegues al límite del kilometraje (y un poco antes también puedes), o cuando termine el período recomendado: lo que antes suceda.
No revoluciones el motor si está frío
Los coches, al igual que nosotros, necesitan calentar antes de hacer un esfuerzo físico. Si tu coche aún no ha cogido la temperatura adecuada, hay trucos importantes para que no sufra. O lo que es lo mismo; no subas las revoluciones de manera brusca.
Por las mañanas cuando arranques el motor, mantenlo al ralentí (nunca aceleres) antes de ponerte en marcha, ya que esto desgasta muy rápido todas las partes mecánicas internas. Así te asegurarás de que el lubricante ha cogido la temperatura adecuada y ha llegado a todas las partes del motor.
Atento al filtro del aire
El filtro de aire es un recambio que apenas cuesta 20 euros y que influye sobremanera en el funcionamiento del motor. Por eso, y para que el coche tenga una vida más saludable, podemos optar por trucos como su puesta cada dos revisiones.
Además, es bueno limpiar el interior del propio emplazamiento del filtro con una gamuza, pues ahí suele acumularse polvo, hojas secas, insectos… al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que, si entra mucha suciedad al colector de admisión, podría acabar en los cilindros, arañándolos y derivando en que el motor pierda rendimiento y consuma aceite en exceso, avería que te supondría unos 1.500 euros en reparaciones.
Recarga el tanque de combustible antes de que se llegue al mínimo
Siempre hacemos las cosas casi siempre al final, por ello, en este caso es indispensable que echemos gasolina antes de que su capacidad este al borde del límite.
Esto es porque la gasolina tiene una serie de sedimentos que van asentándose poco a poco y con el pasar de los años, luego de haber llenado una buena cantidad de veces el tanque, estos se acumulan de forma gruesa y es entonces cuando viene el problema. Es más; al estar andando con el mínimo de gasolina, nuestro motor empieza a succionar estos residuos que finalmente le causan un daño interno.
Nunca pongas el punto muerto
Una de las prácticas más comunes entre aquellos conductores más ahorradores es la de circular en punto muerto. Muchos deciden hacerlo para evitar gastar combustible, pero se trata de una acción que no es nada beneficiosa para nuestro vehículo y para el resto de los usuarios.
De todos modos, el mito que dice que circular en punto muerto hace que el coche no gaste ni una gota de combustible es falso. El hecho está en que el motor sigue trabajando para no calarse, por lo que el vehículo sigue funcionando de forma habitual.
Así, cuando estés en un punto de bajada o en el que no necesites presionar el acelerador, no pongas nunca el punto muerto. Hazlo solo en parado, y presiona el freno para evitar desplazarte si hay irregularidades en el terreno. Pero el hecho es que usar el punto muerto no es equivalente a no gastar combustible. De hecho, si tu coche cuenta con inyección electrónica (si circulas con una marcha engranada sin presionar el acelerador), el vehículo no gastará nada de gasolina.
