La relación entre los operadores de cable y los tradicionales se tensa en el sector de la telefonía móvil. Las quejas de los primeros se han intensificado ante la imposibilidad de competir con Movistar, Orange y Vodafone en este mercado y la CMT podría atenderlas.
Expansión se hace eco de una vieja polémica en el sector de la telefonía móvil en España que se vuelve a abrir. Los cuatro principales operadores de cable de nuestro país (Ono, el gallego R, el asturiano Telecable y el vasco Euskaltel) siguen quejándose por las presuntas prácticas anticompetitivas de los operadores tradicionales dentro de los concursos ante las grandes cuentas, lo que les dificulta hasta el extremo poder competir en este mercado.
Según asegura este grupo de compañías de cables, los precios que ofrecen los operadores móviles en estos concursos y en el segmento empresarial se encuentran por debajo de los precios mayoristas que cobran a los operadores de cable para actuar como Operadores Móviles Virtuales (OMV) utilizando sus redes. Recordemos que éstos carecen de red propia y que Ono actúa sobre la de Movistar mientras R, Euskaltel y Telecable utilizan la de Vodafone.
La única forma que tendrían los cableros para competir en el segmento empresarial sería incurrir en pérdidas, según han denunciado. De este modo, su cuota de mercado en este sector es mucho menor que en el residencial, por lo que han acudido ante la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) para plantear este supuesto abuso.
Por su parte, el regulador de las telecomunicaciones ha atendido las quejas y podría actuar para evitar estas supuestas prácticas. No obstante, su intervención no satisfaría por completo a los cableros, dado que pretenden que la CMT regule con carácter previo las relaciones entre los operadores con red propia y los OMV pero el regulador sólo podría fiscalizar uno a uno los contratos conseguidos por los grandes operadores siempre que exista una denuncia por parte de los operadores de cable.
Con este panorama, el conflicto tiene visos de seguir abierto sin una solución que contente a todas las partes. Aunque no nos referimos al mercado residencial, en este sector empresarial estamos hablando de un gran porcentaje de la factura total del mercado (el 30%) y donde Movistar tiene cuotas de entre el 60 y 75%, mucho más altas que el 52% que tiene en el mercado tradicional. ¿Se conseguirá abrir de forma definitiva la puerta de la competencia en este sector?