Ono ha perdido 13 millones de euros entre enero y marzo, frente a los números rojos de 22 millones que registró en el primer trimestre de 2006. La compañía de cable ha atribuido esta mejora al fuerte incremento de su base de clientes residenciales que han accedido a sus ofertas combinadas de banda ancha, televisión y telefonía.
A partir del 1 de junio la operadora subirá un 11% sus tarifas de teléfono e Internet y la televisión subirá hasta un 66%. Con este aumento de precios la operadora pretende reducir su deuda, aunque probablemente lo que reduzca sea la cartera de clientes ya que el aumento de precios y las limitaciones en los programas de intercambio están obligando a muchos usuarios a cambiar de operadora. Por este motivo, los operadores de ADSL están empezando a lanzar ofertas para captar clientes de cable, como es el caso de Tele2 que por 25 euros instala la línea de teléfono y da de alta el servicio hasta 20 megas, de este modo Telefónica no tiene que intervenir.
La facturación de Ono ha caído un 4,2%, hasta 402 millones de euros, debido a que la compañía ha continuado con su «política de reducir líneas de negocio no rentables, como el acceso indirecto residencial y corporativo», procedentes de la compra de Auna.
El grupo ha destacado que su base de clientes residenciales de cable ha alcanzado los 1,85 millones a 31 de marzo, un 9,6% más, tras captar 45.000 clientes netos nuevos en el primer trimestre, más del doble que entre enero y marzo de 2006.
Por otro lado, Ono ha anunciado que renegociará su crédito de 3.100 millones de euros para mejorar las condiciones de financiación y ampliar la línea de crédito en 500 millones. El objetivo de esta renegociación es reducir en más de un 10% el coste de la financiación, contratada en 2005 para hacerse con Auna.