El regulador ha iniciado la consulta pública sobre la implantación de las redes de acceso de nueva generación (NGN), que sustituirán las actuales redes de cobre por otras basadas en fibra óptica o VDSL y que permitirán ofrecer conexiones de 50 y 100 megas. El VDSL es la solución a corto plazo para ofrecer más velocidad, pero el objetivo de la CMT y quizás el más importante, sea la capacidad de llegar con fibra óptica al domicilio de cada cliente.
La CMT explica que el objetivo del sector es recoger la opinión del mercado, sobre todo los operadores para garantizar que la futura regulación incentiva las inversiones y la innovación tecnológica, promueve la competencia efectiva en la banda ancha y sobre todo posiciona a España en la vanguardia de Europa.
En esta consulta pública, la Comisión de Mercado de las Telecomunicaciones aborda también la posible revisión de las obligaciones impuestas en la definición de mercados, la distinción por áreas geográficas en función de la competencia que se dé en mercados inferiores al nacional y la posibilidad de definir nuevos marcos que impliquen la regulación de las redes.
El regulador subraya la complejidad del acceso al tramo final de la red que conecta las centrales tradicionales con los usuarios, en las que –a través de la desagregación del bucle– están presentes los operadores alternativos que han realizado inversiones instalando sus equipos. La CMT indica que la instalación de las nuevas redes implicará una paulatina reducción de las centrales sobre la que se sustenta la actual arquitectura de la red que llega al usuario final.
Los escenarios abordados por la CMT contemplan soluciones a corto plazo, como la introducción de la tecnología VDSL que ofrecerá conexiones de hasta 50 megas, además de televisión digital de alta definición. El único inconveniente es la cobertura limitada y sostenida aún por el par de cobre desde una central que plantea el problema de la distancia y las pérdidas de velocidad que actualmente provoca el ADSL y ADSL2+.
También se plantean otras soluciones basadas en la combinación de fibra y cobre o en la llegada directa de fibra hasta los hogares.
Estas posibilidades suponen el despliegue de fibra óptica desde la central telefónica hasta un nodo situado en la vía pública, para cubrir el resto del acceso con el cobre hasta llegar al abonado o bien tender fibra hasta un repartidor que se situará en las zonas comunes de los edificios de los usuarios.
La perspectiva a largo plazo supone el tendido de fibra hasta la propia residencia de los usuarios, que permitirá a los operadores lanzar ofertas con velocidades objetivas de hasta 100 megas y ampliar la oferta de servicios.
Asimismo, reflexionará sobre las tecnologías alternativas al cobre, coaxial y fibra, que puedan resultar apropiadas para ayudar a reducir la brecha digital, donde subraya el papel que puedan jugar las tecnologías inalámbricas como el satélite, WiMAX o LMDS y de banda ancha móvil.
Operadores de acceso desagregado al bucle
El despliegue combinado de VDSL y de FTTH por Telefónica (hay una prueba precomercial en marcha desde el 16 de abril de 2007) sin duda afecta a los competidores asentados sobre el acceso al bucle desagregado. Estos, coubicados ya en buen número de edificios de centrales locales y accediendo a sus repartidores principales, podrían encontrarse con la progresiva discontinuidad de pares de abonado en el repartidor y, por tanto, la disminución de cobertura de clientes a desagregar.