Finalmente, se ha impuesto la razón ante las presiones de algunos miembros de la industria automovilística europea. Había dos grandes grupos: unos que apostaban por el uso de WiFi para conectar los coches autónomos, y otros que apostaban por el 5G. España era de los pocos países que se oponían al uso del WiFi, el cual la UE parecía dispuesta a aprobar. Por suerte, finalmente no se usará el WiFi.
WiFi 802.11p frente al 5G: se ha impuesto la lógica entre los países de la UE
Cuando decimos «WiFi» nos referimos al estándar 802.11p, un estándar del IEEE que soporta aplicaciones ITS (Intelligent Transportation Systems) para comunicar vehículos en movimiento y parados entre sí mediante una comunicación llamada V2X (Vehicle-to-everything) a través de la banda de 5,9 GHz.
La GSMA se asustó ante este intento de la UE de aprobar un estándar que actualmente está obsoleto, y llevaría a la UE a quedarse atrás con respecto a otros países punteros, ya que el alcance de este estándar es muy bajo y sólo permite a los coches comunicarse con otros que estén cerca entre sí (V2V) o con infraestructuras que habría que crear (V2I). El 5G permite, con una misma conexión, actualizar el firmware del coche, recibir alertas de tráfico, descargar mapas actualizados, controlar contenido multimedia, conectarse con otros coches, y un largo etcétera; y todo con una velocidad y latencias mucho menores.
Por ello, finalmente los países europeos han votado en contra este jueves de la propuesta de la UE. 21 países han votado en contra, incluyendo Alemania, Francia, Italia y España, siendo los tres primeros los más importantes dado su peso en la industria del automóvil tanto en Europa como en todo el mundo.
Este mercado será clave en el futuro, ya que habrá miles de millones de euros en ingresos para fabricantes de coches, operadores, fabricantes de equipo de red, etc. Detrás del uso de 802.11p estaban empresas como Renault, Toyota, Volkswagen, NXP, Autotalks y Kapsch TrafficCom, con una tecnología que fundamentalmente se usaría para conectar a coches entre sí sin un punto de acceso intermedio.
Las empresas que apoyaban el 5G ganan (de momento)
Entre los apoyos del 5G estaban empresas como Daimler, Ford, BMW, Grupo PSA, Deutsche Telekom, Ericsson, Huawei, Intel, Qualcomm y Samsung. Los motivos que defienden estas empresas son lo que hemos recogido antes: un estándar flexible y rápido que sirve para todo: entretenimiento, información de tráfico donde los coches se comuniquen entre sí, y navegación. Los coches de Tesla son un claro ejemplo, ya que actualmente todos incluyen conexión 4G para todas esas mejoras, recibiendo actualizaciones de software constantemente que mejoran o añaden funcionalidades.
Desde la Comisión Europea se defendía el uso del WiFi diciendo que es una tecnología «ya disponible», a diferencia del 5G, y que iba a ayudar a aumentar la seguridad en la carretera. La realidad es que, como decían los críticos contra esta medida, habría sido necesario modificar dispositivos para hacerlos compatibles con una tecnología que ya es antigua, lo cual habría puesto un freno importante a la innovación.
De momento, se ha rechazado con cabeza el uso del WiFi, pero todavía queda por aprobar otro estándar de conexión para los coches inteligentes y autónomos, que con casi total seguridad será el 5G porque no hay otra opción. España se mostró reacia desde el principio, y nuestro país dijo en todo momento que usarían el 5G independientemente de lo que dijese la UE.