La compresión en las imágenes es algo totalmente necesario si se quiere tener una navegación fluida y rápida, sobre todo si tenemos una conexión lenta o un dispositivo poco potente. El problema es que cada vez es más raro tener un móvil así, por lo que nuevos formatos que aprovechen la potencia de los nuevos dispositivos son necesarios. Ahí es donde entra el formato HEIF, un posible sustituto del JPG.
Este formato va a dar mucho de qué hablar en los próximos meses, ya que Apple ha tomado la decisión utilizar para sustituir completamente a JPEG en iOS 11. Dejar de utilizar un estándar tan extendido como JPEG tiene sus inconvenientes, pero también tiene sus ventajas. Vamos a ver qué ventajas aporta.
HEIF: aplicando el códec de vídeo HEVC a las fotografías
HEIF son las siglas de High Efficiency Image Format, y como su nombre indica, es una manera más eficiente de almacenar imágenes, y con una pérdida de calidad mucho menor. Para ello, se vale de nuevos y modernos métodos de compresión. Así, el resultado es una imagen más comprimida y con una mayor calidad que un JPG equivalente.
HEIF no es para una invención de Apple, sino que fue creado por el MPEG Group, creador también de formatos de audio como el AAC que Apple utiliza en iTunes. El nuevo formato de imagen está basado en HEVC/H.265, el popular códec de compresión de vídeo que está ganando popularidad en el último año y que se utiliza en las películas 4K. De una manera similar a lo que ocurre con H.264 y H.265, se podrá almacenar la misma información de un JPEG en la mitad de espacio con HEIF; o dicho de otra manera, se puede guardar el doble de calidad en el mismo espacio que un JPEG.
HEIF: el MKV de las fotografías
Además, HEIF no es tanto un formato, sino más bien un contenedor de archivos de una manera similar a lo que es MKV. Así, las imágenes que se almacenarán en HEIF son simplemente imágenes codificadas con el formato HEVC. Gracias a esto, también se podrán guardar las Live Photos en un único archivo, y también las fotos capturadas por las cámaras duales del iPhone 7 Plus, pudiendo también almacenar sonido.
Gracias a utilizar HEVC, también se pueden almacenar imágenes con una profundidad de color de 10 bits. JPEG está limitado a 8 bits, por lo que el color de las imágenes en este nuevo formato será mucho más rico y realista. Por ejemplo, en la foto de una puesta de sol ya no veremos ese “banding” que se genera con el JPEG al comprimir el número de colores presentes en una imagen.
Mientras que la capacidad no suele ser un problema en Android gracias a poder utilizar tarjetas microSD para almacenar vídeos y fotos, en iPhone la mayoría de los usuarios tienen la capacidad limitada por la no expansión de su memoria, teniendo el iPhone más barato 32 GB de almacenamiento interno. A pesar de tener herramientas como Google Fotos para hacer copias de seguridad automáticas y poder borrar lo que ya esté sincronizado, siempre se tiende a vigilar si se nos está llenando la memoria.
De momento, este formato de imágenes no llegará a otros dispositivos Android o Windows, por lo que habrá que esperar a futuras versiones de estos sistemas operativos que lo soporten. Para ello, las imágenes enviadas desde iOS a otros sistemas operativos se convertirán automáticamente a JPG. Los móviles deben tener soporte por hardware para codificar HEVC con el objetivo de que el consumo de recursos sea bajo, por lo que en móviles antiguos no lo veremos.