Intel se aferra a la Ley de Moore y promete procesadores de 10 nm más baratos que la competencia

Intel ha estado observando con detenimiento el avance de AMD Ryzen en este último mes, y han rediseñado su hoja de ruta y su estrategia para adaptarse a este nuevo competidor con el que llevaban sin contar desde hace casi 10 años. Parte de esto pasa por adelantar el lanzamiento de Coffee Lake a finales de año, además de tener listo cuanto antes el proceso de fabricación de 10 nanómetros para ofrecer mejoras de rendimiento sin perjudicar el consumo.
10 nanómetros: Intel afirma que costarán un 30% menos que las de la competencia
En una conferencia celebrada ayer por Intel, la empresa dio bastantes detalles sobre sus planes de futuro, que pasan por ofrecer mejores productos a menor precio. En concreto, Intel afirmó que sus procesadores de 10 nanómetros van a empezar siendo un 30% más baratos que los de la competencia, a la vez que mantendrían un rendimiento superior.
A pesar de que la arquitectura de 10 nanómetros va a llegar en abril al mercado con algunos procesadores como el Qualcomm Snapdragon 835, Intel asegura que su arquitectura de 10 nm es diferente y que tiene ventajas a la hora de aprovechar el espacio en el chip de manera más eficiente. Estos chips de Intel entrarán en producción a finales de este año para llegar en 2018 al mercado.
Intel ha aprovechado también para afirmar que la Ley de Moore no está muerta, recordando las palabras del presidente emérito de Intel Gordon Moore en 1965, haciendo referencia a que los chips iban a ir duplicando su rendimiento y reduciendo a la mitad su consumo en el proceso conforme se reducía su tamaño de fabricación, así como también se reduce el coste de fabricación y el tiempo de comunicación dentro del chip.
Es cierto que se ha ido mejorando en todos estos aspectos, pero ha cambiado el tiempo en el que este se hacía. El proceso ya no es tan lineal como antes, y los fabricantes han tenido que ir adaptándose e innovando para ofrecer ganancias de rendimiento más grandes a pesar de que el tamaño de fabricación no se reduzca tan rápido como antes.
Mayor densidad de lo esperado
Los chips de 10 nanómetros permitirán una densidad de transistores 2,7 veces superior frente a las 2 veces que suele representar un cambio de este tipo cada dos años. Intel sobrepasa así de momento las limitaciones físicas que está empezando a presentar el silicio gracias a este avance, el cual han llamado HyperScaling, que permitirá aprovechar más cada arquitectura gracias a avances en el proceso de fabricación sin cambiar de tamaño de los transistores.
Intel ha mostrado también EMIB, que permitirá utilizar componentes dentro de un mismo procesador con distintos tamaños de fabricación. Por ejemplo, utilizar CPU y GPU de 10 nanómetros, mientras otros componentes que afecten menos al rendimiento podrían ser todavía de 14 nanómetros.
De esta manera, Intel quiere seguir ofreciendo cada año una mejora de rendimiento de al menos el 15%. Los Intel Core de octava generación podrían llegar a finales de año o principios del que viene en un proceso todavía de 14 nanómetros, siendo esta la cuarta arquitectura seguida que lanza en este proceso de fabricación. Los procesadores de 10 nanómetros Cannonlake se lanzarán a finales de año, pero para consumidores no llegarán hasta bien entrado 2018.