Es el pan nuestro de cada día para muchos. Tenemos una casa que, independientemente de ser más grande o más pequeña, siempre tiene algún punto «negro» donde no llega el WiFi y en el que justo es donde nos queremos conectar. Soluciones a los problemas de cobertura WiFi hemos comentado decenas, pero hoy añadimos uno más, el que ofrece la tecnología WiFi Mesh y, además, uno de los productos más interesantes para aprovechar esta tecnología, el NETGEAR Orbi que han probado los compañeros de RedesZone.
Antes de empezar a hablar de este u otro producto, vamos a aclarar algunos términos y el primero, evidentemente, es ¿qué es eso de WiFi Mesh? Una red inalámbrica «mesh» o mallada, también llamada acoplada o, poniéndonos más técnicos, «redes de malla inalámbrica de infraestructura», es, para intentar explicarlo de tal forma que todo el mundo lo entienda, una red local inalámbrica en la que se mezclan dos tipos: la Ad-hoc y la infraestructura. Como esto también os debe haber dejado igual.
¿Esto como se puede aprovechar? Pues con productos específicos como el NETGEAR Orbi
Tomamos el ejemplo de este producto ya que, como os comentamos, desde RedesZone han hecho un profundo análisis del NETGEAR Orbi y es mucho más fácil ejemplificarlo con algo tangible. Es muy simple y seguro que después de toda la palabrería técnica esto os quedará mucho más claro. Se tata en realidad de un sistema de aparatos: el router NETGEAR Orbi y los diferentes aparatos que funcionan como satélites.
Sin entrar en palabrería técnica, si queréis de eso no os perdáis el análisis que os referenciamos antes porque hay todo lo que queráis, a efectos prácticos, lo que esto se traduce es que podemos crear una red fácilmente en la que el punto de acceso será el router y los satélites no tienen por qué estar en el rango de acción de este, y lo que es mejor, no hace falta que los conectemos entre ellos mediante cable ya que tienen su propia red WiFi tri-banda dedicada.
Es cierto, para los más técnicos, que las redes WiFi Mesh cuentan con la posibilidad teórica de que los satélites puedan conectarse entre si, cuando a alguno no le llega la cobertura del WiFi, pero en este caso, todos tienen que estar en el rango de acción del router, ampliando de esta forma la cobertura inicial de la red inalámbrica.
Y para el que se lo pregunte en plan «juan palomo», no, no es posible hacer esto por nuestra cuenta aprovechando los routers viejos que tenemos por la casa. Y la razón es que el WiFi Mesh es estándar y utiliza protocolos para el intercambio sin pérdida de conexión y automático. Es decir, aparatos como el NETGEAR Orbi, tienen una banda dedicada para la conexión entre el router y los satélites, es decir, cómo un cable… pero sin el cable – de nuevo, los más técnicos que nos perdonen y que se pasen por el análisis que os comentamos -, la solución «casera» lo que hace es conectar varios puntos de acceso al router y que todos compartan la misma red WiFi para todo, traducido en menos velocidad y más saturación de las redes – por no hablar de la seguridad -.
De nuevo, si queréis conocer más de esta tecnología y del producto en particular, os invitamos nuevamente a pasaros por RedesZone y su análisis del NETGEAR Orbi en el que, sin duda, si os queda alguna cuestión la resolveréis rápidamente, pero para abrir boca y a modo de aperitivo, os dejamos con el vídeo del unboxing y primeras impresiones que han preparado.