Hace unos años, el 3D era publicitado como la característica estrella de las televisiones de más alta gama, a pesar de que por mucho que lo intentaban los fabricantes, los usuarios no mostraban demasiado interés. De hecho, en las televisiones lanzadas en los últimos dos años hemos visto como esta característica ni se publicita e incluso ni se encuentra en la mayoría de modelos. 2017 será el primer año desde la creación del 3D en el que no vamos a ver ninguna TV 3D nueva que lo incorpore.
El 3D ya no estará en ninguna televisión en 2017
El principal motivo es el obvio fracaso de esta tecnología en el hogar, aunque no tanto así en el cine. El 3D tiene una serie de desventajas frente a ver una película en 2D tradicional, como una peor iluminación y un peor color, y la falta de contenido TV 3D, unido a la introducción de las gafas de realidad virtual que ofrecen inmersiones 100% 3D tanto en películas como en juegos terminaron por matar a esta tecnología.
Sony y LG han anunciado que van a dejar de incluir el 3D en sus televisiones, con el objetivo de ahorrar costes y eliminar componentes innecesarios que impidan que las televisiones mejoren cada vez más su diseño y espesor. Además, desde LG han afirmado que los usuarios ya no se fijaban en el 3D como una característica diferenciadora a la hora de elegir un televisor u otro. Además, otros estudios muestran que la tasa de uso de los usuarios con TV 3D es muy baja.
Los esfuerzos de las extintas TV 3D se centrarán en el 4K y el HDR, que no paran de crecer
Al igual que es conveniente ir dejando atrás tecnologías como el 2G con miras a mejorar el 4G y el 5G, dejar de esforzarse en el 3D permitirá centrar recursos en dos tecnologías que están cambiando la forma en la que se consume el contenido audiovisual en casa: el 4K y el HDR. Estas tecnologías están teniendo cada vez más importancias en el mercado, y su demanda va en constante aumento ya que sus beneficios son obvios frente a la visualización tradicional de contenido, al contrario que el 3D, que era más bien una “experiencia anecdótica”.
Las televisiones 4K vendieron en Estados Unidos 10 millones de unidades en 2016, lo que supone el 24% de las ventas (de un total de 40 millones de unidades), y con expectativas de que esas cifras aumenten a 15 millones de unidades en 2017 (el 40% de los hogares). Con estas cifras, serían un total de 34 millones de unidades las que estarían en las casas de los americanos. Es decir, el 25% de las casas de Estados Unidos tendrá a finales de 2017 una televisión 4K, en contraste con el 1% que contaban con un televisor 4K en 2013.
La llegada y estandarización del 4K viene acompañada del HDR, que ofrece una mejor iluminación y color de imagen, y que ya hemos visto cómo está empezando a estar presente en las plataformas de streaming como Netflix y en las películas Blu-Ray que se irán lanzando a partir de este 2017.