La privacidad es un tema sensible que ha ganado protagonismo e importancia en los últimos años, después de que se haya sabido cómo espían los gobiernos a los usuarios, o lo que las empresas tecnológicas saben de nosotros, así como el tratamiento que éstas hacen de esos datos. Entre ellas, destaca la gran cantidad de datos que tiene Google de sus usuarios.
Google no quiere dar los datos de sus empleados
Estas empresas tecnológicas utilizan los datos de los usuarios para venderlos a terceros, como es el caso de lo que hacen Facebook o Google, que venden los datos a empresas de publicidad para que éstas personalicen los anuncios que nos encontramos en la red. El programa PRISM, desvelado en 2013 por Edward Snowden, permite a la NSA acceder a los datos de los usuarios de estas empresas tecnológicas, a pesar de que éstas lo negaran en un principio.
Ahora, es la propia Google la que no parece estar tan de acuerdo con dar los datos de los usuarios al gobierno norteamericano, ya que el Departamento de Trabajo de Estados Unidos ha denunciado a Google por no revelar la estructura de los datos de salarios que pagan a sus empleados. Es decir, bajo qué criterios asignan los salarios de sus empleados. Esto ha de ser regulado por el gobierno para evitar que los empleados no sufran discriminación por su raza, sexo, religión o nacionalidad.
Google ha evitado en varias ocasiones presentar esta información de manera voluntaria, y es por ello que la oficina encargada de revisar el cumplimiento de los contratos federales ha interpuesto una demanda para conocer más datos sobre este asunto. Si una empresa firma contratos con el gobierno, está obligada a proporcionar estos datos.
Google aseguró que ya había dado gran parte de la información que pedían las autoridades, pero a su vez se negó a dar determinada información porque, paradójicamente, ‘podía poner en peligro la privacidad de los datos de sus empleados’. En concreto, se niega a proporcionar nombres, información de contacto, historial laboral, y la evolución del salario del empleado en la empresa, a pesar de que el gobierno los haya pedido.
Google conoce más de nosotros desde el mes de octubre
Este asunto llega un mes después de que las autoridades americanas recibieran dos denuncias de dos grupos en favor de la defensa de la privacidad de los usuarios, en las que pedían que se revisaran los cambios que Google hizo en su política de privacidad el pasado mes de junio, y que entraron en vigor en octubre. Este cambio daba permiso al buscador a recopilar aún más datos de sus usuarios para crear perfiles más complejos y completos.
La política de privacidad se cambió para que Alphabet pudiera tener los datos de sus usuarios en perfiles unificados. En concreto, para unir los datos de Google con los de DoubleClick, una empresa de su propiedad que inserta anuncios en páginas web de terceros. Google afirmó en 2007 cuando la adquirió que iba a mantener los datos separados, siendo esa una de las condiciones para dar paso a la compra, y finalmente no ha sido así. Los usuarios podían negarse a este cambio si renunciaban a las sugerencias de búsqueda de Google.