Si el arranque dual es algo que ya conocíamos en las tabletas, 2014 puede ser el año en el que los smartphones con esta característica comiencen a abrirse camino. Algunos fabricantes asiáticos, entre los que destaca Huawei son los más implicados, sin embargo, existen muchas cuestiones al respecto.
Este año podría ser el año de los smartphones con arranque dual. Algunas compañías estarían preparando varios terminales que aterrizarían en el mercado en los próximos meses. Los sistemas operativos elegidos serían en la mayoría de los casos Android y Windows Phone, sin embargo y como suele ser habitual cuando comienza a fraguarse un cambio de este calado, las dudas rondan la cabeza de los usuarios y los responsables de las marcas implicadas.
Por un lado está Google, que parece contrario a esta iniciativa por razones claras. De hecho, a primeros del mes de marzo se conocía la petición expresa de los de Mountain View a los fabricantes de tabletas que querían llevar este planteamiento a sus nuevos dispositivos, por lo que en el caso de los smartphones la situación no sería muy diferente. En caso de ceder a las presiones de buscador, la llegada masiva de estos teléfonos móviles podría verse al menos retrasada.
La postura de Microsoft es radicalmente opuesta, una lucha de intereses, que desde Redmond están tratando de llevarse a su terreno con algunos incentivos. Y es que poco tienen que perder, Android es el líder destacado en cuota de mercado mientras que Windows Phone se sitúa tercero pero a años luz de distancia. Tal y como nos contaban los compañeros de TabletZona, Shao Yang, CEO de la compañía vería con buenos ojos la aparición de smartphones Windows Phone con Android como sistema operativo secundario.
Las razones son que estos dispositivos podrían animar a los usuarios que tienen dudas sobre si adquirir un terminal Windows, ya que tendrían disponible la opción de volver a Android en cualquier momento, lo que avivaría las ventas y podría ayudar a Microsoft acercarse a los dominadores actuales. En cualquier caso, pronto veremos Karboon, que hará su puesta de largo en Estados Unidos y posiblemente un dispositivo de Huawei.
Una vez que conocemos la postura de ambas compañías, llega el momento de preguntarse, independientemente de los intereses que mueven a una y a otra, si la llegada de teléfonos móviles con dos sistemas operativos tiene o no sentido para los usuarios, que al final son los que se rascan el bolsillo, y existen varios punto a tener en cuenta.
El primero es que habría que ver como conviven ambos dentro de un terminal, es decir, sabemos que gran parte del rendimiento del smartphone, así como la gestión de la batería o las aplicaciones vienen dadas por el grado de optimización del sistema operativo. Antes de entrar a valorar, tendremos que esperar hasta ver los primeros ejemplos para comprobar si este factor puede ser perjudicial o por el contrario, son independientes y cada cual funciona mejor o peor según la optimización de esa parte. Además, la compartición de recursos como la memoria también será crucial a la hora de decidir si vale o no la pena.
El segundo es que este tipo de terminales, en principio, solo tendría interés para aquellos usuarios Android que quieran tener una primera experiencia con Windows Phone y probar las bondades de este sistema operativo, o viceversa, aquellos usuarios Windows Phone que además, quieran disponer de Android para utilizarlo en aplicaciones que no están disponibles en la tienda de Microsoft o para alguna tarea que necesita compatibilidad con esta plataforma.
Respondiendo ahora a la pregunta, ¿tiene sentido un teléfono móvil con dos sistemas operativos? A la espera de que nos puedan demostrar lo contrario, se antoja útil como medida temporal pero no como algo definitivo. Un ejemplo, si eres usuario Android y realmente te acaba convenciendo Windows, es muy probable que acabes comprando un terminal 100% Windows que no tenga que compartir nada con el otro sistema.
Situación bien diferente sería el caso en el que los recursos dejen de suponer un problema grande como lo son ahora. Si funciona en los ordenadores, por qué no en los teléfonos. Hoy día muchos utilizan una combinación de varios sistemas operativos en su PC, ya que normalmente esto no limita la funcionalidad de ambos por separado. Si logran este objetivo, puede que sí, que tenga sentido.
Y vosotros, ¿qué pensáis?