Pese a las leyes de protección de datos y privacidad, nuestros datos suelen estar en manos de más personas de las que pensamos. Esto es algo que juega en nuestra contra a la hora de recibir emails o llamadas no deseadas. La cosa va un paso más lejos cuando nuestro número se utiliza dentro de una estafa telefónica que puede darnos un buen susto en la factura. En este caso, te contamos por qué nunca debes devolver llamadas perdidas. Todo está relacionado con la estafa telefónica Wangiri que te puede salir cara.
No es la primera que hablamos del timo de la llamada perdida ni tampoco que se menciona el concepto Wangiri, pero lo cierto es que vuelve a estar más de actualidad que nunca. En los últimos meses se han vuelto a reproducir las estafas de este tipo que sólo buscan lucrarse a costa del usuario. Este no es consciente del problema hasta que no recibe la factura mensual de su operadora.
¿Qué es Wangiri?
Cuando decimos que no debemos devolver las llamadas perdidas no hablamos de una llamada de un conocido, hablamos de ese momento en que cogemos el móvil y vemos una llamada perdida de un número que no conocemos. Salvo que estemos esperando algo importante, no deberíamos devolver la llamada. Esto se hace más patente cuando ni siquiera nos da tiempo a contestar, ya que este timo se basa en hacer llamadas de forma masiva, pero que únicamente duran un tono, para que nos veamos tentados a devolverla.
El término Wangiri surgió en Japón hace más de 10 años. En inglés se conoce como “one ring” mientras que en español es “llamada y corta” o “tono y corta”. Esto está relacionado con que este tipo de estafas se realizan con llamadas que no nos da tiempo a contestar y que se quedarán como llamadas perdidas en el terminal.
A partir de ahí, la curiosidad de muchos les hará llamar y la estafa ya estará completada. Los delincuentes que están detrás de estas estafas utilizan un marcador telefónico automático que produce múltiples llamadas por minuto y las corta después de uno o dos toques. El problema llega cuando decidimos devolver la llamada, ya que son números extranjeros o tarifas premium que nos costarán “un ojo de la cara”. Pueden llegar a costar 3 euros el minuto y el interlocutor intentará “aguantarnos” el máximo tiempo con pretextos como un premio.
La mayoría de los números de teléfonos tienen códigos de países extranjeros como África, Japón, Albania, Papúa Nueva Guinea o Bélgica. Como regla general, no devolveremos llamadas perdidas, pero mucho menos lo haremos cuando procedan de prefijos como +236, +245, +355, +225, +233 y +234. Básicamente estamos ante números de Costa de Marfil, Ghana, Nigeria, Albania o Bosnia.
Si sufrimos este problema, la solución más recomendable es bloquear ese teléfono y olvidarnos para siempre de las llamadas repetidas. Esto se puede hacer fácilmente en nuestro móvil. Si tenemos iPhone, en la aplicación Teléfono buscaremos esa llamada, pulsaremos al lado del número y marcaremos la opción Bloquear. Si tenemos Android, desde el mismo registro de llamadas, seleccionamos el número y marcamos la opción dentro del menú de tres puntos que nos da más opciones.