Aunque podía haber esperanzas de ver cómo Zegona comenzaba a tener el control de Vodafone España en el primer trimestre del año, la cantidad de autorizaciones pendientes hacen prácticamente llegar a esa fecha.
Aunque Zegona cerró el año pasado presentando la solicitud de adquisición de Vodafone España ante la Dirección General de Comercio Internacional e Inversiones, todavía quedan ciertos flecos pendientes en forma de trámites administrativos.
Zegona y los trámites pendientes
Recientemente, el fondo británico Zegona notificó a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) la adquisición del 100% del negocio de Vodafone en España. Valorado el acuerdo en 5.000 millones de euros, parece que el fondo tardará todavía en tomar el control del operador rojo. En primer lugar, porque el organismo de competencia todavía tiene por delante un mes para deliberar y pronunciarse sobre esta compra.
Según informan fuentes de The Objective, el acuerdo podría dilatarse hasta al menos hasta el primer semestre, aunque oficialmente desde Zegona no se ha indicado cambio alguno en la postura oficial. Hay que recordar que ese primer mes es solamente la punta del iceberg, porque si la CNMC necesita un análisis más profundo, la duración podría irse hasta los tres y cuatro meses para la segunda fase. Por tanto, es prácticamente imposible que Zegona comience a operar activamente en el primer trimestre, siendo el final de la primera mitad de 2024 un marco más factible.
El estudio de la CNMC se centrará en demostrar que con esta operación no existen riesgos de concentración en el mercado español de telecomunicaciones relacionados con la adquisición. No parece el caso, pero deberá quedar todo suficientemente demostrado.
Vodafone, a la espera de otras autorizaciones
Otros trámites que podrían dilatar la autorización del acuerdo tienen que ver con la Dirección General de Comercio Internacional e Inversiones, que es el órgano encargado de las solicitudes de inversiones extranjeras que quieren quedarse con más de un 10% de empresas consideradas como estratégicas. Este es el caso de las telecomunicaciones, por lo que hay que demostrar que todo está en orden.
Esta normativa sobre inversores extranjeros con la que mirar con lupa este tipo de adquisiciones estratégicas se aprobó en julio de 2023 y cuenta con un plazo de respuesta de unos tres meses. Eso sí, la fecha se puede ampliar si contamos las paradas de reloj que se suelen hacer en medio del proceso cuando se necesita información complementaria.
Además, Zegona también tiene pendiente el traspaso del espectro radioeléctrico en su condición de concesión estatal, un trámite para el que ya ha solicitado la correspondiente autorización administrativa.
Por último, el fondo británico necesita la autorización europea. La Comisión Europea tiene que dar el ok a la operación y, aunque no es un caso que se pueda dilatar tanto como por ejemplo la fusión de Orange y MásMóvil, todavía necesita del beneplácito de Bruselas. Esto es todavía más acusado teniendo en cuenta que el operador rojo ha sido beneficiario en nuestro país de ayudas públicas como parte de los fondos europeos Next Generation. Así, se debe hacer un traspaso administrativo para que la titularidad de dichas ayudas pasen a formar parte de los pasivos de los nuevos propietarios.