Elegir entre una tarifa prepago o una de contrato para móvil puede generar ciertas dudas. Mientras que la mayoría de las personas opta por las tarifas de contrato, hay ciertas situaciones donde precargar el dinero puede ser la mejor opción. ¡Te contamos cuáles!
Es cierto que la mayoría de las personas prefieren tener su línea móvil contratada con un operador. Sin embargo, no tiene por qué ser más ventajoso que una prepago. Aunque puede parecer aburrido recargar el móvil cada cierto tiempo, estas tarifas ofrecen más comodidad y conveniencia en algunas ocasiones.
Uso en adolescentes y mayores
Con una tarifa prepago, se paga por adelantado y solo podemos usar el saldo recargado. Una vez gastado, no podrá usarse la tarifa hasta que se vuelva a meter dinero. Esto puede ayudar a controlar mejor los gastos y evitar sorpresas en la factura, sobre todo en casos de menores o adultos mayores que no son conscientes de cómo funciona. No es raro que las personas mayores llamen a servicios como la Teletienda o que marquen a números que tienen un coste adicional. Por eso, con el saldo limitado se pueden identificar a tiempo estos problemas, y evitar que la deuda sea demasiado grande a final de mes.
Además, algunas tarifas prepago dan la posibilidad de controlar el consumo de datos de forma más precisa. Una vez gastados los megas de la tarifa, se pueden comprar paquetes de datos adicionales y así evitar cargos adicionales por exceder el límite.
Móvil ocasional
Si usas un smartphone de forma esporádica o solo lo necesitas hacer llamadas o enviar mensajes de texto de vez en cuando, una tarifa prepago puede ser la mejor idea. Así no estás obligado a cumplir con un contrato mensual y solo recargas cuando necesitas hablar. Algunos ejemplos pueden ser cuando se tienen varios móviles en el trabajo o cuando preferimos viajar con una tarifa de sólo llamadas y aprovechar el WiFi gratuito de los hoteles o cafeterías.
Si eres de los que viaja habitualmente y solo necesitas usar el móvil de forma puntual, una tarifa prepago te permite manejar mejor los gastos mientras estás fuera. No tendrás que atarte a contratos a largo plazo e incluso podrás usar una tarjeta SIM local del destino donde estés.
Además, el prepago ofrece mayor flexibilidad porque no tenemos que comprometernos a un contrato ni tiene permanencia. Así te da la libertad de cambiar de operador o tarifa cuando lo desees sin enfrentarte a penalizaciones.
Estudiantes y personas en paro
Los estudiantes suelen vivir con presupuestos limitados y no necesitan una gran cantidad de minutos, mensajes de texto o datos móviles. Las tarifas prepago les ayuda a controlar y ajustar sus gastos según sus necesidades mensuales.
Por otra parte, este tipo de tarifas ayudan a las personas desempleadas a ajustar sus gastos en telefonía móvil, dependiendo del presupuesto que puedan tener cada mes. Además, al no tener un contrato a largo plazo, las personas en paro pueden cambiar de operador o ajustar su tarifa según lo necesiten. Los operadores suelen ofrecer promociones y descuentos especiales para estas tarifas. Por lo que es habitual que sean más baratas.