Sin duda, la Inteligencia Artificial ha sido la protagonista del pasado 2023. Este gran avance tecnológico es solo la punta del iceberg de lo que puede llegar a ser tras años de adopción, así que ya es hora de ir pensando cómo cambiará nuestra sociedad de cara a futuro.
Por ejemplo, se espera que su adopción masiva a partir de 2030 provoque cambios demográficos, la población mundial envejezca porque podrá vivir más años y esto tendrá su incidencia por ejemplo en el sistema de jubilación actual.
El papel de la IA en el futuro
El asesor de IA e Innovación de la NASA, Omar Hatamleh, ha dejado durante su intervención en el ciclo de encuentros ‘dIAlogos’ una serie de reflexiones interesantes sobre el papel de la Inteligencia Artificial y cómo esta marcará nuestro futuro hasta el punto de cambiar el actual sistema de jubilación. Según ha contado en ciclo de encuentros organizado por la Universidad CEU San Pablo, cuyas declaraciones recoge el diario El Mundo, considera que la IA «es uno de los inventos más importantes de la humanidad por su gran potencial».
Hablando de potencial, hay que recordar que precisamente en la NASA se ha utilizado la IA en varias aplicaciones de éxito como para descubrir nuevas estrellas o solucionar errores en viajes espaciales a marte mediante el diseño de estructuras automáticas.
Para el coautor del libro BetweenBrAIns junto a George A. Tilesch, ahora estamos viviendo poco más que el nacimiento de una tecnología que cambiará y evolucionará. De cara a 2030, habrá una segunda fase en la que «muchos trabajos pueden quedarse completamente desfasados». Así, habrá que replantear el sistema y ver dónde tienen cabida todavía los humanos de cara al en entorno profesional.
Mejora de la medicina y de la esperanza de vida
Uno de los campos en los que se espera que la IA mejore sustancialmente la calidad de vida es en la medicina. Los progresos en esta área, sobre todo en medicina preventiva, harán que cambie la demografía de nuestra sociedad, haciendo que crezca la esperanza de vida y envejezca la población mundial.
Por tanto, Hatamleh considera que «el sistema de jubilación debe cambiar ante la irrupción de la IA«. Si los avances en medicina gracias a esta tecnología envejecerán a la población, también habría que repensar el sistema de pensiones. Si ya en los últimos años se ha ido incrementando la edad de jubilación para hacer sostenible el sistema en nuestro país, si la edad media de esperanza de vida continúa creciendo, también es de esperar que no podamos pasar tantos años jubilados, por lo que tendríamos que trabajar más. Esto choca precisamente con la idea anterior de que muchos puestos de trabajo desparecerán o se reducirán mucho gracias a la automatización conseguida por la IA.
Hatamleh considera que es clave encontrar un «equilibrio entre las limitaciones que pueda presentar una regulación, frente a las oportunidades que ofrece la innovación». Hay que recordar que se está trabajando en una regulación europea para establecer los límites de la IA. Por supuesto, esta está más enfocada en acabar con algunos aspectos de lo que menos nos gusta de este avance tecnológico, incluyendo suplantación de identidad, imágenes falsas que damos por verdaderas o desinformación relacionada con esto último.