La mayoría de ciberestafas tienen como fin último conseguir dinero. Por ese motivo, muchos delincuentes informáticos tratan de hacerse con los datos de nuestra cuenta bancaria. Es una información que debemos intentar no compartir, pero es posible que haya una filtración y sospechemos que ya conocen nuestros datos financieros. Siempre que queremos realizar una transferencia, comprar algo online o simplemente entrar en nuestra cuenta, necesitamos una clave e incluso un código. Pero… ¿Pueden robarnos dinero si solo conocen el número de la cuenta corriente?
Todo lo que tiene que ver la información personal es muy valiosa para los ciberestafadores. Con ella, puede suplantar nuestra identidad para engañar a seres queridos, vaciar de dinero nuestra cuenta y cometer delitos a nuestro nombre. No obstante, si hay unos datos que nos preocupan por encima de todo son los bancarios. Siempre genera cierta desconfianza en el momento en el que los cedemos a cualquier empresa o servicio que contratamos, pero son muchos los que siguen cayendo en las trampas de los delincuentes y ofreciendo su número de cuenta, entre otros datos.
Es posible que alguna vez hayas facilitado tu número de cuenta, pero creas que estás a salvo porque no diste ninguna información más. Sin embargo, no podrías estar más equivocado. Esta cifra puede dar lugar a que nuestro dinero corra peligro y deberías denunciar la situación cuanto antes.
Que un dato relativo a nuestras cuentas bancarias llegue a malas manos puede ser un desastre, pero el Banco de España está tratando de rebajar la histeria con respecto a los límites de lo que pueden hacer simplemente con nuestro número completo de cuenta bancaria. Te contamos todo lo que tienes que saber a continuación.
¿Qué pueden hacer con tu número de cuenta?
Si alguien tiene acceso a tu número de cuenta, no necesariamente significa que te vayan a robar directamente. Sin embargo, sí existe un riesgo potencial si no conoces o no confías en la persona o entidad que tiene acceso a tus datos bancarios.
Es posible que en algún momento de nuestras vidas nos soliciten nuestro número de cuenta, sobre todo para la domiciliación de ciertos pagos como la cuota del gimnasio o para ciertos trámites con alguna administración pública. Como las estafas cada vez son más comunes, es normal que desconfiemos y no cedamos los datos, pero, ¿realmente es preocupante?
El proporcionar nuestro número de cuenta genera en estas situaciones cierta intranquilidad, debido al desconocimiento de lo que un tercero pueda realizar con dicha información. Puedes estar relativamente tranquilo, ya que el disponer de tu número de cuenta no le permitirá a nadie extraer dinero de tu entidad bancaria. No obstante, siempre que vayas a compartir un dato de este tipo conviene asegurarse de que la persona o empresa con la que lo compartes es real. Por ejemplo, tu casero o el departamento de recursos humanos de la compañía para la que trabajas.
Al proporcionar tu número de cuenta, podrías ser víctima de fraudes o estafas como el phishing bancario, en el que te envían un correo electrónico o un mensaje de texto solicitando información confidencial de tu cuenta. Por ese motivo, aunque el número de cuenta no sea peligroso compartirlo, hay que ir con cuidado. También es posible que te carguen cargos no autorizados en tu cuenta, aunque esto sería ilegal y denunciable. Si además de disponer del número de tu cuenta bancaria, un tercero conoce tu número de DNI, en algunos casos podrá realizar una domiciliación de recibos. En caso de producirse el cargo en tu cuenta, la solución es fácil y rápida al poder devolver sin problemas el recibo correspondiente.
Si alguien tiene acceso a tu información personal o credenciales de inicio de sesión, como tu nombre de usuario y contraseña, y también tiene tu número de cuenta corriente, podrían hacer transferencias de dinero desde tu cuenta sin tu consentimiento. También es posible que puedan realizar cargos no autorizados en tu cuenta.
Medidas para proteger tus datos bancarios
Para conseguir aumentar la seguridad en la protección de nuestros datos financieros, desde el Banco de España también recomiendan llevar a cabo ciertas medidas de seguridad. Estas no solamente aplican a nuestro número de cuenta, sino a cualquier dato delicado.
- No anotes ni lleves escrito el PIN en un papel.
- Toma medidas de confidencialidad en los cajeros, que nadie te vea marcar el pin.
- Comprueba los extractos del banco para detectar movimientos sospechosos.
- No utilices la tarjeta de crédito como identificación personal.
- Si usas la tarjeta para comprar en Internet, utiliza al menos tres de las medidas de seguridad (factores de conocimiento, factores de posesión y factores de inherencia).
- No facilites datos clave de tu tarjeta para el pago de forma telemática (por teléfono, por internet, etc.), a menos que sean personas o en sitios web de total confianza.
En caso de tener sospechas de que el uso de tu número de cuenta corriente está siendo vulnerado, acude a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y denuncia.
Nuestras tarjetas de débito y crédito, la clave
Si bien es cierto que cada vez son más las medidas de seguridad con las que cuentan nuestras tarjetas bancarias, la realidad es que el verdadero riesgo lo corremos cuando los datos de nuestra tarjeta se filtran. Puesto que, si nuestro CVC es visible, sí que se pueden realizar pagos con ellas sin nuestra presencia.
En este caso, sí que deberíamos contactar con nuestra entidad bancaria con el objetivo de bloquear nuestra tarjeta y pedir un reemplazo. Además, no nos podemos olvidar de denunciar el caso a las autoridades pertinentes para poder aprovechar los seguros con los que cuentan la mayoría de las tarjetas bancarias.
Cuidado al pagar con el móvil
No solo hay que tener suma precaución con las tarjetas físicas de crédito, si no también con las virtuales que introducimos en nuestro smartphone. Tanto los sistemas operativos Android como los iOS utilizan un sistema de pago virtual llamado Wallet, que nos permite pagar con nuestro móvil en cualquier establecimiento con tan solo acercarlo al datáfono mediante la tecnología NFC (Near Field Communication). Y es que el sistema del contactless puede resultar más peligroso de lo que piensas.
Lo más aconsejable es tener activado la tecnología NFC en el momento justo que vayas a hacer la compra y acto seguido desactivarla. Aunque también sería preciso tener una contraseña o datos biométricos de autenticación, como el Face ID de Apple, para estar seguros de hacer la transacción con nuestras credenciales. No obstante, un último paso es limitar la cifra de pago mediante un código PIN a través de nuestro proveedor bancario para mantener una medida estricta de seguridad a la hora de hacer nuestras compras por un importe máximo.