Compré en Internet y no me llegó nada: la respuesta de mi banco todavía me sorprende

Al día se realizan millones de compras por Internet, ya sea en Amazon o plataformas de venta online muy conocidas o bien en páginas más pequeñas. Sea cual sea la opción elegida, los usuarios buscamos la fiabilidad que nos dan ciertos aspectos. Sin embargo, no todo es tan bonito cuando las cosas salen mal. Hace tiempo pagué con tarjeta una compra y no me llegó nada, el problema es que la respuesta de mi banco me tiene sorprendido desde entonces.
Según la AEPD (Agencia Española de Protección de Datos), existen 10 consejos para comprar en Internet de forma segura. Algunos son tan obvios como realizar comprar en webs que nos inspiren confianza, asegurarnos de que aparece identificado el responsable de la web, comprobar que es segura o que nuestros dispositivos están configurados correctamente.
Luego tendríamos otros aspectos como que nunca debemos enviar dinero en efectivo o que es importante desconfiar de las ofertas demasiado atractivas. Finalmente, este organismo nos invita a utilizar la tarjeta de uso exclusivo para realizar pagos online. No obstante, el Banco de España nos ha dado más clave para un problema que sufrí no hace demasiado tiempo.
Tu banco se lavará las manos
La clave por la que no es oro todo lo que reluce cuando pagamos con tarjeta y no nos llega el pedido, como fue mi caso, nos la da el Banco de España. Este nos explica que, si autorizamos el pago de una compra con nuestra tarjeta de débito o crédito y no recibimos el servicio o producto, es posible que hayamos sido víctima de una web fraudulenta.
La clave es que nos explica que “En estos casos, las entidades bancarias son ajenas a cualquier tipo de engaño que podamos sufrir durante la operación”. Esto es debido a que las operaciones con tarjeta son mandatos de pago irrevocables, lo que implica que las entidades bancarias no están facultadas para realizar una devolución del importe pagado sin el consentimiento del beneficiario (lo mismo sucede con las transferencias).
Por ello, si pedimos la devolución del cargo de la tarjeta al banco, la responsabilidad de la entidad se limitará a la gestión diligente de la reclamación ante la sociedad propietaria del sistema (como VISA o MasterCard). Estos comprobarán la autenticidad de la operación y si autorizamos el pago de buena fe, la única forma de conseguir la devolución es el consentimiento del beneficiario.
Esto último parece complicado si hemos sido víctimas de un fraude. Algunas alternativas para comprar en páginas webs no tan conocidas que pueden o no ser una estafa pasan por utilizar métodos de pago como el contrarrembolso al recibir la mercancía o PayPal y similares con protección al comprador.