Ya compramos por Internet prácticamente todo y son muchas las ventajas de hacerlo, al no tener que movernos de casa y poder recibir el pedido rápidamente y recogerlo cuando queramos. Es útil y práctico, pero no siempre es seguro hacerlo sin seguir unas reglas o unos consejos que no pongan en riesgo nuestra seguridad. Para evitar problemas futuros, repasamos cómo comprar por Internet de forma segura, qué consejos debes seguir o en qué debes fijarte.
Si habitualmente compras por Internet puede que ya sepas todos los consejos para comprar por Internet de forma segura, pero si no, recopilaremos aquí algunas ideas básicas que debes tener en cuenta para evitar estafas, peligros, riesgos e inseguridad. Repasamos en qué deberías fijarte a la hora de elegir una tienda online, cuáles son los derechos que tienes como consumidor o cuáles son los mejores métodos de pago, etc.
Son pocos los que a día de hoy aún no han comprado nunca por Internet. Tiene algunas ventajas importantes, como la posibilidad de hacer la compra cuando tengamos un rato libre, de comprar sin movernos de casa o de comparar precios sin tener que desplazarnos tienda por tienda.
En muchos casos, también encontramos mejores precios o tenemos un catálogo mucho más amplio para el que elegir que el que encontramos en una tienda física. Evitamos desplazamiento, evitamos colas y podemos comprar desde cualquier parte a través de un teléfono móvil, tablet o de un ordenador con conexión a Internet. Es rápido y muy práctico.
Consejos básicos para evitar estafas
Aunque en próximos párrafos te daremos consejos en profundidad sobre cómo detectar una página web falsa o cómo evitar problemas a la hora de comprar por Internet, hay unos consejos básicos que puedes seguir si quieres evitar arrepentirte en el futuro de haber confiado en una determinada plataforma. Son consejos básicos para comprar por Internet de forma segura y, aunque en muchos casos basta con usar el sentido común, recordarlos siempre viene bien porque todos podemos despistarnos alguna vez.
Desconfía de las ofertas atractivas
Internet está lleno de ofertas, pero desconfía siempre si es demasiado llamativa o hay demasiada diferencia de precio entre una web y otra. Si un teléfono móvil de 900 euros está en una página web a 100 euros, no parecerá muy fiable. Siempre hay excepciones y épocas de rebajas, pero no te dejes llevar ni caigas en lo más barato. Es importante comprobar la fiabilidad de la página web que vas a utilizar.
Especial cuidado con campañas como el Black Friday o la Navidad. Los ciberdelincuentes saben que somos mucho más propensos a caer en estas épocas del año en las que los precios bajos y ofertas de derribo abundan por Internet. Otra fecha señalada es el Prime Day de Amazon, que se celebra una o dos veces por año. Los hackers emitirán campañas alrededor de estos eventos para engañar a otros con webs que suplantan a las reales, por ejemplo.
¿Es nuevo o no?
Cuidado con las ofertas. Siguiendo lo anterior, puede que haya una oferta muy atractiva y no hayas leído la letra pequeña. Un portátil de Apple que habitualmente vale 1000 euros y ahora vale 200. Pero ojo, ¿es nuevo? Muchas marcas y tiendas online ponen a la venta productos reacondicionados, especialmente en el sector tecnológico, por lo que debemos asegurarnos de que cumple con lo que buscamos.
Que sea reacondicionado no significa que tenga que ser necesariamente peor, pero no caigas en creer que es nuevo y que no lo sea, por ejemplo. Además, si compras productos de segunda mano, la garantía que ofrezca el establecimiento es doblemente importante, en caso de que tengamos algún problema con el producto.
Amazon cuenta con Amazon Renewed pero también Amazon Warehouse. La diferencia entre ambos es que los de Amazon Warehouse no son productos con problemas ni usados, sino que han sido devueltos por alguien y tienen la caja abierta, por ejemplo, o que la caja está dañada ligeramente por el transporte o la manipulación en el almacén, pero están en perfecto estado y sin uso.
Compara precios
Compara precios para saber si estás comprando bien, si es o no una buena oferta… No compres en la primera página web que veas y no te fíes siempre de las ofertas. Es decir, comparar precios nos ayudará a ver cuál es el coste habitual del producto, como hemos explicado en el párrafo anterior. Más allá de hacerlo manualmente también hay comparadores online que nos ofrecen resultados de varias páginas o tiendas en tiempo real. O comparadores que nos dicen si de verdad es una buena oferta.
En Internet existen decenas de comparadores e incluso tenemos extensiones para el navegador que se activan cuando visitamos una web de compras. Estas extensiones nos dicen el precio mínimo que ha tenido ese artículo, el precio máximo y el precio medio. Esto nos permite llegar a la conclusión de si se trata o no de una buena oferta.
No uses redes WiFi públicas
Aunque lo explicaremos más adelante, es un consejo básico no usar redes WiFi públicas ya que pueden ser peligrosas y dejar a la vista de hackers tus datos bancarios. Espera a llegar a casa para comprar cualquier cosa. Aunque veas una oferta tentadora, normalmente podrá esperar. O bien, usa la tarifa de datos de tu teléfono móvil.
Si no puedes esperar ni tienes datos, y no te queda más remedio que usar una red WiFi Pública como la de un hotel, utiliza una VPN con la que conseguir mayor privacidad y seguridad en tus compras si es inaplazable, pero intenta evitarlo en la medida de lo posible. Conectarte desde tu casa también te aportará tranquilidad para leer todas las condiciones de la compra con detenimiento.
¿Quién lo vende?
Cuidado porque puede que hayas comprado en Amazon o en cualquier otra tienda online, como Carrefour o Fnac, y no sean estos los vendedores. Ocurre en muchas tiendas online que ya tienen abierta la opción de que sean otras personas o terceros las que se encarguen de la venta. Generalmente son ventas verificadas y productos en buen estado, pero conviene tenerlo en cuenta a la hora de la garantía porque necesitarás saberlo a la hora de reclamar.
Busca información sobre la tienda
Busca opiniones e información sobre cualquier web o aplicación. Asegúrate que la página inspira confianza y que es segura, comprueba su fiabilidad: mira los medios de pago, la información de contacto, etc. Busca información en el apartado de Preguntas Frecuentes o de Quiénes somos, por ejemplo. Pero busca también en redes sociales, foros, en páginas de opinión, en el propio Google si hay reseñas, quejas o casos reales.
Pagos online
Intenta usar una tarjeta de pagos online o plataformas como PayPal. Registrarse en PayPal es totalmente gratuito y puedes añadir tu tarjeta o tu cuenta bancaria. La ventaja es que la garantía de cliente de PayPal te permite solicitar que te devuelvan el dinero si es una estafa o no lo mandan.
Usa el sentido común
Puede parecer obvio pero usar el sentido común nos servirá para saber si una página inspira o no confianza, y si tiene o no sentido una oferta. Piensa antes de lanzarte a por ellas y te ahorrará muchas molestias más tarde. Dale un par de vueltas a tu decisión.
Qué hacer antes de comprar
Antes de comprar debes fijarte en todos los detalles de la página web, pero también debes tener en cuenta una serie de cosas: el dispositivo desde el que vas a acceder, el cuidado que debes tener con el teléfono o el ordenador, el antivirus instalado o la red desde la que te vas a conectar. Hay algunos consejos que sirven independientemente de lo que vayas a comprar.
Mantén actualizado el dispositivo
Tener actualizado el dispositivo que vas a utilizar para conectarte a Internet y comprar es fundamental. Sea un teléfono móvil, una tablet o un ordenador o un navegador. Mantén actualizado el software ya que si existe algún agujero de seguridad o algún problema de privacidad, los fabricantes suelen solucionarlo a través de estas actualizaciones periódicas. No sólo debes tener actualizado el sistema operativo en el caso del teléfono móvil o la tablet sino también todas las aplicaciones que estés usando, ya que un fallo en ellas podría facilitar que accedan a tus datos o que un ciberdelincuente pueda tomar el control del aparato.
Instala un antivirus
Aunque no es necesariamente obligatorio, es recomendable que instales un antivirus o que uses alguna herramienta que sea capaz de detectar posibles amenazas si has visitado una página web fraudulenta, por ejemplo, o si tienes algún tipo de malware en tu teléfono móvil o tu ordenador con el que corres riesgo de sufrir una estafa, de que roben tus datos bancarios o cualquier otro problema relacionado.
Usa una red VPN
Antes de comprar ten en cuenta que nunca debes utilizar redes WiFi públicas para comprar por Internet. Nunca es recomendable que la red que estés usando sea la de un bar, una estación o una cafetería ya que correrás muchos riesgos si lo haces. Si puedes esperar, hazlo desde casa. Si no puedes esperar y necesitas hacer una compra, utiliza una VPN que mejore la seguridad del dispositivo.
Las redes WiFi públicas tienen riesgos como ataques con falsos puntos de acceso, o ataques ‘Man in the Middle’ con los que el ciberatacante se coloca entre tu dispositivo y el sitio que visitas, pudiendo así acceder a tus datos personales o bancarios, etc.
Una VPN crea un entorno encriptado entre un ordenador y el servidor. Esto significa que cualquier persona que intente interceptar tu información personal, no podrá verla. Si estás comprando en Internet en una red pública como la de una cafetería o un aeropuerto, una VPN es imprescindible.
Comprueba que la tienda online es fiable
Antes de hacer una compra online de forma segura tendrás que comprobar que se trata de una tienda online fiable. Busca información sobre ella, busca opiniones en redes sociales y comprueba todas las opciones que te da: métodos de pago, condiciones de devolución… Busca la información sobre la tienda o la información legal de la misma que encontrarás en apartados como “Política de privacidad”, por ejemplo. También es fundamental que te fijes en qué datos te pide, con qué políticas de privacidad cuentan, etc.
Para ser más cuidadoso, intenta una simple búsqueda en Google de «[Nombre de la tienda] + estafa/fraude/seguro». De esta forma deberían salir opiniones relacionadas que adviertan del fraude.
Asegúrate de que la conexión sea segura
Más allá de asegurarte que se trata de una tienda online legítima, es fundamental que te fijes si tiene una conexión o no segura a la hora de dar tus datos bancarios. Fíjate que en la barra del navegador aparezca HTTPS y no HTTP. También fíjate que junto a la URL hay un icono de un candado, lo que demuestra que la conexión de red con la plataforma de la empresa es segura. Si no lo tienes, desconfía y busca más información para asegurarte.
Los sitios seguros utilizan lo que se denomina encriptación SSL. Esto significa que cualquier información que ingreses (nombre, dirección de envío, número de tarjeta de crédito) estará enmascarada y no podrá ser interceptada por piratas informáticos. Haz clic en el símbolo del candado para verificar si la conexión es segura y el certificado SSL es válido. Esto es especialmente importante si, por ejemplo, haces clic en un anuncio de Instagram y te lleva a una tienda online. Hay que tener muchísimo cuidado con las tiendas desconocidas que se promocionan en redes sociales, ya que pueden no ser muy fiables.
Fíjate en lo que instalas
Si lo que vas a usar para la compra online es una aplicación, asegúrate de que es fiable. Lo primero y fundamental es que la descargues de una tienda de aplicaciones oficiales como puede ser Google Play o App Store. Pero el filtro de estas tiendas no es infaliblem así que revisa los permisos de la aplicación al instalarse, busca información en Internet, consulta los comentarios de la tienda de aplicaciones o busca cuántas descargas tiene o cuál es la valoración. Lee toda la información antes de comprar en la aplicación y de introducir tus datos personales y bancarios en ella.
Lee reseñas
Una de las cosas más importantes que debemos hacer cuando compremos en Internet sería leer las reseñas de los sitios en los que quieres comprar. Al leer reseñas, debemos intentar encontrar sitios que acepten comentarios de usuarios, pero con cuidado porque algunas pueden pagar a otros para que escriban reseñas fraudulentas. Trustpilot es un ejemplo de plataforma de opiniones, aunque habrá que desconfiar de las que se hayan realizado mediante ‘invitación’.
Además de leer reseñas del sitio, también debemos leer reseñas de los productos que vende el sitio. Si la mayoría de los comentarios de los productos en la web parecen falsos, debemos evitarlos. Si hay más críticas malas que buenas, no compres.
Durante la compra
A la hora de comprar, fíjate en los medios de pago, en quién vende, y cuáles son los tipos de envío.
Medios de pago disponibles
A la hora de comprar, hay algunas opciones más recomendables que otras ya que te permitirán tener una garantía de devolución. Fíjate en el tipo de medio de pago disponible: la mayoría de tiendas online fiables tienen varias opciones de pago diferentes y no solo una. Si solo se puede por trasferencia o por criptomonedas, busca más información y pregúntate por qué.
En caso de que haya varias posibilidades de pago, apostar por PayPal es una de las mejores opciones ya que nos permitirá solicitar un reembolso en caso de que nunca nos llegue el producto o que la web sea una estafa. Además, te ahorrarás introducir directamente los datos de tu tarjeta de crédito en esa web y tienes la seguridad de poder reclamar siempre tu dinero gracias a la garantía del vendedor que ofrece este sistema de pagos.
El caso es no utilizar los datos bancarios correspondientes a tu cuenta principal, sino utilizar una cuenta secundaria o otras en bancos digitales que uses específicamente para comprar online, y que puedas deshechar facilmente si es comprometida.
También puedes apostar por la opción de pago contra reembolso en caso de que esté disponible. En este caso, pagarás por el producto cuando lo recibas. No siempre es una opción en tiendas online y cuando lo es, puede suponer un coste extra. Pero si está disponible y no te fías demasiado, es una buena forma de asegurarte de que no te estafarán, ya que no pagarás hasta que recibas el producto en tu domicilio.
Pagar con tarjeta prepago
Usar una tarjeta prepago para compras en línea es una estrategia inteligente para mejorar la seguridad financiera y protegerse contra fraudes. A diferencia de las tarjetas de crédito o débito tradicionales, las tarjetas prepago no están vinculadas directamente a una cuenta bancaria. De este modo, reducimos el riesgo de que los ciberdelincuentes accedan a fondos personales en caso de una filtración de datos o un ataque informático.
Podemos meter una cantidad pequeña de dinero. Así, en caso de que nos roben, únicamente se llevarán los 50-100 euros que tengamos en la tarjeta prepago. Aunque pueda ser un golpe duro, será mejor que el hecho de que te roben todos tus ahorros. Además, algunas tarjetas prepago permiten compras sin tener que proporcionar tu información personal detallada. Así, proteges tu identidad como usuario y evitas que te suplanten en la red para cometer delitos a tu nombre.
Más allá del elemento de ciberseguridad, las tarjetas prepago también nos ayudan a ahorrar. Con las compras online, es normal que cometamos el error de gastar mucho dinero. En las tiendas online, encontramos de todo, es muy cómodo meter cosas en la cesta y tendemos a darle al botón de «Comprar» con bastante facilidad. Sin embargo, si ponemos un límite al meter dinero en una tarjeta prepago, nos cercioramos de que no sobrepasamos el presupuesto de cada mes.
¿Qué venden?
Puede que vayas a comprar un tablet o un ordenador que está rebajado muy por debajo de su precio en una página web con respecto a otra. Asegúrate, antes de comprar, de si se trata de un producto nuevo o de segunda mano. Quizá has estado buscando la oferta más tentadora y no vas a comprar algo a estrenar sino usado.
Algunos vendedores no dan indicios de que se trate de un artículo de segunda mano o un dispositivo reacondicionado a simple vista. En esos casos, debemos meternos en los detalles o especificaciones del producto. Muchas veces esta información está muy escondida y resulta difícil detectar si es un aparato nuevo o no, así que no hagas compras impulsivas.
¿Quién vende?
Muchas tiendas online cuentan con vendedores externos que utilizan la web para colgar sus productos y venderlos, pero no lo comprarás a la propia tienda en sí. Es decir, encontramos vendedores externos en Amazon o en otras tiendas online como Phone House o Fnac. Habitualmente aparece indicado quién lo vende y deberías fijarte antes de realizar la compra de forma definitiva. Sobre todo, para saber a qué empresa tendrás que reclamar en caso de algún fallo, o qué empresa debe hacerse cargo de la garantía del producto.
No siempre el hecho de que sea un vendedor externo significa que el producto sea falso. A veces, te puede dar pistas de que es algo de segunda mano o reacondicionado, por lo que fíjate bien. Lo ideal es mirar las valoraciones de otros clientes y desconfiar si el artículo no tiene ninguna reseña todavía.
Comprueba los tipos de envío
Fíjate cuánto tardará lo que vas a comprar. Consulta siempre los tipos de envío y los plazos, el precio de envío a tu código postal exacto. Puede que hayas descubierto una web que tiene el producto que quieres pero no envía a España o los gastos de envío son de veinte o treinta euros y no te compensa hacer la compra. Antes de perder tiempo viendo un catálogo en el que no vas a pedir nada, busca la información de envío en la página web. También es posible que necesites algo de manera urgente y que el tiempo de envío estimado sea de quince o veinte días.
En ese caso, es importante que nos fijemos en este pequeño detalle para comprar de forma segura. Hay webs que vienen de China aunque no sean como tal AliExpress, pero los productos pueden tardar dos, tres o hasta cuatro o cinco semanas. Puede que quieras un bañador para irte de vacaciones y que llegue mucho después de volver de las mismas.
Resuelve las dudas y pregunta
La tienda debería contar con un apartado de atención al cliente en la propia web, o con una especie de chatbot donde escribir cualquier problema o pregunta que tengas. Basta con que escribas en este chat si tienes dudas entre varios modelos, por ejemplo, si quieres consultar si los accesorios están o no están incluidos en la compra o si hay diferencias, si sirve para lo que quieres o estás buscando en ese momento. Precisamente por esto es mejor usar tiendas online con buenos servicios de atención al cliente, siempre disponibles y con equipos profesionales (humanos) detrás.
Crea una cuenta de forma segura
Una vez que te hayas decidido a comprar, la mayoría de tiendas te obligarán a crear una cuenta en la web a través de la cual podrás hacer un seguimiento del envío o de todos los pedidos que hagas en la misma tienda. Al crear una cuenta, no des datos innecesarios. Normalmente pedirán tus datos personales (nombre, dirección, teléfono) y un correo electrónico y una contraseña.
No uses la misma contraseña que en otros servicios como tu email o tus redes sociales. Utiliza contraseñas seguras y con una longitud mínima de seis o de ocho caracteres. Si combinas letras y números, mejor. En caso de que no se te ocurra qué poner, puedes usar una web para crear contraseñas online de forma segura y aleatoria y que podrás usar en la tienda que quieras.
Vigila tu entorno
Vigilar desde tu espalda o sacar una foto es una estafa común en la que los ladrones captan nuestros datos de inicio de sesión, información de la tarjeta de crédito u otros datos confidenciales en público. Incluso si tu red es segura con una VPN, es mejor estar atento al entorno físico.
Si crees que alguien puede ver tu pantalla, espera para comprar hasta que estés en un zona más privada. Incluso, es posible que no haya nadie físico vigilándote, sino que puedan ver tus datos desde una cámara o un dron. Una de las mejores soluciones para comprar online es usar protectores de pantalla anti espías. Este tipo de protector evita que puedan fisgonear tu pantalla, a menos que alguien se ponga justo en tu mismo ángulo de vista.
Después de la compra
Una vez que hayas comprado, tendrás que tener en cuenta la garantía, los reembolsos, el derecho a devolución o el email de confirmación de pedido, el envío realizado, etc.
No guardes el método de pago
La mayor parte de navegadores te preguntarán si quieres guardar el método de pago para próximas compras o incluso si quieres guardarlo en la propia tienda online. No lo hagas. Puede que te parezca incómodo tener que escribir todos los números de tu tarjeta de crédito en cada compra, pero será más seguro que dejarla almacenada.
En términos generales es mejor que no guardes tus datos y que los escribas en cada compra ya que así evitarás que alguien pueda robar tu cuenta y pagar por ti. Tampoco dejes iniciada la sesión en PayPal en ordenadores o dispositivos que no sean los que uses a diario.
Derecho a devolución
Antes de completar el proceso de compra, asegúrate del derecho a devolución o de los costes que puede suponer. Es habitual que compremos ropa por Internet, por ejemplo, y no siempre nos quede bien la talla o el color. O si compras algo que no te sirve o llega estropeado y quieres descambiarlo. Asegúrate que la tienda online en la que vas a comprar te permitirá devolverlo. En muchos casos, la devolución es incluso gratuita.
Reenvío o reembolso
Asegúrate, por ejemplo, qué pasaría si un producto llega roto o defectuoso y quién se encargará de reemplazarlo. No siempre las compras que hacemos online llegan correctamente a casa y en el traslado en la agencia de mensajería puede sufrir golpes, por ejemplo, o puede venir estropeado. En ese caso, comprueba qué derechos tienes para que te reenvíen un nuevo producto o te devuelvan el dinero.
Garantía
Todos los productos que puedes comprar por Internet deberían tener derecho a garantía de dos años o incluso tres para determinados productos, sea cual sea la tienda en la que compres o el dispositivo que uses para hacer la compra. La garantía de dos años, mínimo, es un derecho que tienes como consumidor, por lo que asegúrate que esto se cumple en la tienda online escogida.
Atención al cliente
Si tienes algún problema, también es aconsejable que te fijes en el servicio de atención al cliente de la tienda online. Puede que solo un email te haga tardar días y días en tener respuesta pero en muchos casos encontrarás un chat en tiempo real o un número de teléfono en el que consultar tus dudas o exponer tu problema. Intenta contactar por redes sociales (en muchos casos responden rápido vía Instagram o en el propio Twitter/X) o busca un teléfono de contacto (asegúrate que no sea un 902, por ejemplo) con el que puedas preguntar todas las dudas sobre tu pedido.
Cómo tener una tarjeta virtual
Las tarjetas virtuales son el aliado perfecto para los que tienen algo de desconfianza con respecto a las compras a Internet. Para algunos, lo ideal sería que se pudiera pagar contra reembolso; pero en la mayoría de los comercios online esto no es posible, y tenemos que contar con una tarjeta de crédito o débito, o bien con una cuenta en PayPal que, a fin de cuentas, nos exige también vincular una tarjeta.
Así que, si no queremos poner en riesgo la tarjeta de crédito o débito asociada a nuestros ahorros, siempre podemos usar una tarjeta virtual, en la cual podemos introducir el ‘crédito’ que nosotros queramos en prepago, y únicamente se podrá gastar esa cantidad como máximo
La tarjeta virtual, o la tarjeta prepago, no existe físicamente. Pero sí que nos garantiza una numeración como una tarjeta convencional y una fecha de caducidad, además de un código de seguridad, que son los datos que necesitamos para poder hacer una compra a través de Internet. Su limitación está en que no vamos a poder utilizarla en comercios físicos, pero evidentemente no están pensadas para ello.
El motivo por el que son más seguras es tan sencillo como que los fondos asociados son prepago. Es decir, que nosotros podemos ‘cargar’ nuestra tarjeta con 20 euros, por ejemplo, y será lo único que esté disponible allí. Entonces podremos hacer con ella una o varias compras con ese importe como máximo, y nadie podrá conseguir más dinero que ese, en caso de que nuestros datos se vieran comprometidos. No hay datos bancarios vinculados, ni vinculación tampoco con nuestra tarjeta de crédito o débito.
Existen multitud de opciones, algunas de ellas específicas para clientes de determinadas entidades bancarias. Puedes consultar con tu entidad bancaria si, además de tu tarjeta de crédito o débito, puedes disponer de una tarjeta virtual.
En cualquier caso, a continuación te contamos cuáles son algunas de las mejores tarjetas virtuales que existen actualmente. En todos, o casi todos los casos, solo vas a tardar algunos minutos en contratar la tarjeta virtual y poder empezar a utilizarla.
BBVA
La tarjeta virtual BBVA no cuenta tampoco con cuota de ningún tipo, y tampoco comisiones, e igualmente está disponible para clientes de la entidad bancaria. Tampoco cuenta con soporte físico para compras y pagos offline, y está más limitada: las recargas que podemos hacer son de un máximo de 600 euros.
Banco Santander
La tarjeta virtual Santander nos ofrece recargas máximas de hasta 1.650 euros, y tiene ciertas comisiones, a no ser que se realice con ella un mínimo de compras. Como ventaja, frente a otras tarjetas virtuales que señalamos en este artículo, ofrece la opción de recarga en cajeros de la entidad. No obstante, la mayoría de ellas se pueden recargar por Internet en la web de nuestro banco, o directamente desde la aplicación para teléfonos inteligentes.
La Caixa
La Cybertarjeta de La Caixa no cuenta con soporte físico para compras offline, y no tiene comisión de alta; no obstante, esta tarjeta virtual de prepago para hacer compras por Internet tiene una comisión del 1% que se aplica a todas las recargas que llevemos a cabo. Si hacemos una recarga de 100 euros, por tanto, tendremos que pagar 1 euro de comisión. Y así por todas las recargas que llevemos a cabo, luego es más cara que otras alternativas que señalamos en este artículo.
EVO
Si necesitamos más de una tarjeta virtual, la de EVO es una posibilidad interesante. No vamos a disponer de soporte físico para poder hacer compras fuera de Internet, pero podemos hacer compras offline y disfrutar de una tarjeta virtual que no tiene comisiones ni cuota de ningún tipo.
Openbank
La tarjeta virtual de Openbank nos ofrece la posibilidad de hacer recargas de un máximo de 3.000 euros, mucho más que la mayoría de las que comentábamos anteriormente, y se puede recargar no solo desde Internet –en su web o en la aplicación para dispositivos móviles-, sino también a través de cajeros automáticos. En este caso, además, contaremos con una tarjeta virtual que no tiene comisiones ni cuotas, siempre y cuando alcancemos el mínimo de compras que señalan.
Contratar una tarjeta virtual para compras online
Por norma general, es buena idea usar este tipo de tarjetas en fechas señaladas, como el Black Friday. El motivo por el que muchos consumidores contratan una tarjeta virtual es que, como comentábamos, quieren mayor seguridad a la hora de hacer sus compras por Internet. Y eso es, efectivamente, lo que nos garantiza esta opción de tarjetas prepago.
Sobre todo, si vamos a comprar fuera de comercios online reconocidos como Amazon. No obstante, debemos tener en cuenta las condiciones, como en tarjetas virtuales que comentábamos anteriormente, porque en algunas se aplica una cuota de mantenimiento, o de alta, o comisiones por las recargas que llevemos a cabo.
También debemos tener en cuenta que algunas de estas tarjetas virtuales están limitadas, por la sencilla razón de que el importe máximo de recarga que aceptan es algo reducido. Si queremos comprar artículos de precio elevado tendremos que hacer varias recargas, en algunos casos. No obstante, si contratamos una tarjeta virtual sin costes de ningún tipo, efectivamente vamos a conseguir una mayor seguridad. Si, por ejemplo, los datos de esta tarjeta fueran robados, no podrán quitarnos más dinero del que estuviera pre cargado en esta tarjeta virtual.
Y si la compra online que llevemos a cabo fuera una estafa –que podemos evitar fácilmente-, tampoco estaremos poniendo en riesgo nada más que los fondos que hubiera pre cargados en esta tarjeta. No obstante, si compramos únicamente en tiendas online reconocidas, nuestros datos bancarios deberían estar siempre a buen recaudo.