Según la ciencia, este es el mejor helado que puedes comer para combatir el calor
Se acerca el veranito y con el calor el cerebro ya nos pide algo: ¡helado! Pero, cada vez más, resulta difícil tomar una decisión sobre el sabor. A veces nos dejamos llevar por nuestros deseos más profundos y otras veces buscamos un sabor que esté de moda. Ahora la ciencia nos dice cuál es el sabor de helado al que deberíamos recurrir si lo que queremos es combatir el calor eficientemente.
¿Cuál piensas que es el mejor sabor de helado para que el calor no acabe haciendo que te derritas en un charco de sudor? ¡Stracciatella!, no, para nada. Tampoco turrón, aunque nos encanta, ni tiramisú, si bien hay a personas que las vuelve locas. Por supuesto, el mejor sabor tampoco es chocolate con menta. La respuesta la tiene el doctor Edward Breeds, de la Nottingham Trent University, en Reino Unido.
Islandia busca la respuesta
Quien financió el estudio que llevó a cabo Breeds ha sido Islandia, que, aparentemente, tiene un interés especial en todo lo relacionado con la heladería. El objetivo era saber qué sabores de helado ayudarían a los ciudadanos a superar las peores olas de calor que se producen en verano y que amenazan con derretir cualquier postre congelado, como una tarta Comtessa, en cuestión de segundos.
Además de ser eficiente contra el calor, lo que también tenía que garantizar el helado es que proporcionase al consumidor una buena experiencia. Es decir, todo helado debe tener un pequeño grado de derretimiento, pero no debe ser en exceso, puesto que eso deriva en que termines con las manos pegajosas. Esos son factores que se han tenido en cuenta en el estudio.
El helado vencedor
En el proceso de prueba, el científico ha utilizado distintos helados y coberturas con la intención de ver cómo reaccionan ante una simulación del calor más intenso. Había distintos factores que valorar, como la consistencia del helado, la forma, el tamaño o la rapidez con la que se derretía. Para Breeds era crucial conseguir un helado que no terminara derretido rápidamente y al que no le afectara en exceso el viento caluroso del verano. También tenía en cuenta que el tamaño era importante porque influiría en la manera en la que se produciría el derretido.
Tras los análisis, el vencedor es el helado que tiene una cobertura de chocolate de alto grosor. El motivo de ello es que esa cubierta se ocupa de que el helado más cremoso que hay en el interior no se derrita tan rápidamente. El calor afecta al chocolate, que se derrite lentamente y proporciona el tiempo suficiente para comerlo. Además, a nadie se le escapa que este tipo de helados son deliciosos, porque te proporcionan la inyección de sabor que tiene el chocolate y luego la rebaja una cremosidad interior, la cual por ejemplo, puede ser de vainilla.
Los helados de estas características dice el profesor que consiguieron soportar a temperaturas de hasta 30º C, lo que no está nada mal. Un poco por detrás quedaron los helados de cono tipo Cornetto, pero también destacan positivamente porque su forma ayuda a que el proceso de derretido se mantenga alejado del consumidor. Siguiendo con el proceso de prueba de distintos helados, los que dieron unos peores resultados fueron los Twister, puesto que, por su forma, se derritieron a una temperatura de 17º C.
De todas maneras, el científico recomienda que se disfrute de cualquier tipo de helado siempre y cuando los niveles de calor lo permitan. Para los peores momentos la decisión es obvia: cualquiera que tenga una buena cobertura de chocolate. Puedes encontrar este tipo de sabores en algunos helados de bola en las heladerías, pero si vas a comprar uno envasado, lo que más encajaría con la definición del helado ganador sería un Magnum.
