Más vale que vayas sacando el bono de la piscina, que te vayas de vacaciones a Canadá o que instales aire acondicionado, porque este verano va a ser terrible. La AEMET acaba de soltar la bomba anunciando que este trimestre veraniego va a ser uno de los peores que hayamos sufrido en años recientes. ¡Más nos vale prepararnos!
Si echas un vistazo al mapa de calor de España para este verano, te vas a asustar al instante. Prácticamente todo el país está de un color rojo que da calor solo con verlo. Mientras tanto, nuestros vecinos los portugueses «disfrutan» de una zona de calor con color naranja que ya nos gustaría tener a nosotros para respirar un poco más.
Previsiones poco optimistas
Siempre nos gusta utilizar palabras como «poco optimistas» en vez de «pesimistas» porque nos ayudan a mantener un poco de esperanza en la forma de transmitir la noticia. Pero, en este caso, podríamos decir que las previsiones son pesimistas, dado que el margen de posibilidades de que los pronósticos se equivoquen es bastante reducido. Resumiendo: viene mucho calor.
La Agencia Estatal de Meteorología dice que este verano hay entre un 50 y un 70% de posibilidades de que acabemos sufriendo una temperatura más alta de lo habitual. Las previsiones opuestas, que llevarían a que el verano fuera más fresco de lo habitual, serían solo de entre el 10 y el 20%. Así que, como decíamos, teniendo en cuenta estos datos, no es que se pueda tener mucha confianza en que vayamos a pasar un resto de verano en el que no necesitemos el ventilador, el aire acondicionado o bebidas muy frías. Si ahora en julio ya te parece que haga calor, prepárate porque el resto de julio y el mes de agosto los termómetros se podrían llegar a poner incluso peor.
Uno de los peores veranos
Datos adicionales aportados por el Servicio de Cambio Climático de Copernicus nos llevan a situar con más facilidad qué es lo que podemos esperar del resto del verano. Si tienes en tu memoria un verano de hace años que pasaste con muy malos días, con noches en las que prácticamente no dejabas de sudar y otros problemas similares, lo más probable es que estés (estemos, desgraciadamente) a punto de vivir algo parecido. Porque dicen desde Copernicus que este verano de 2023 la temperatura será proporcional a la de los cinco veranos con mayor temperatura que se hayan registrado entre los años 1993 y 2016.
Para entender la gravedad de este aumento de temperatura hay que fijarse en que, por otra parte, todas las estaciones que hemos vivido en el último año han alcanzado sus máximos niveles de temperatura. Cada estación tiene un calor superior al que veníamos sufriendo en el pasado. Por eso la primavera pasada, a muchas personas, le pareció un verano en toda regla, mientras que el otoño o el invierno llegaron también a ser menos fríos.
A esto también hay que sumar otro dato que se ha aportado recientemente: el índice de precipitaciones que se esperan para el resto del verano. Según la AEMET, al menos, la previsión es que haya un mayor volumen de tormentas que en otros años. Eso sí, aunque el índice de precipitaciones va a ser sensiblemente superior tanto en algunas zonas de la Península como en Baleares, la Agencia Estatal de Meteorología apunta que no se debe olvidar que las lluvias en verano son muy poco abundantes. Por lo tanto, ya ellos mismos nos dejan claro que no habría que descorchar el champán y pensar que las lluvias nos vayan a dar momentos de relajación. En realidad, las tormentas quizá empeoren algunos días en los que la temperatura se encuentre en niveles moderados.
Además, hay que tener mucho cuidado con las olas de calor que todavía están por venir. La AEMET informa de cómo no hay que bajar la guardia en ningún momento incluso si pensamos que ya nos encontramos en el periodo en el que la temperatura haya llegado a lo más alto. En realidad, el termómetro puede acabar subiendo todavía más de imprevisto y que nos encontremos de lleno ante una ola de calor inesperada. Las temperaturas en España está previsto que pasen de los 44 ºC en algunos puntos del país, lo que confirma la importancia de tener mucho cuidado con los golpes de calor. Además, es recomendable no salir de casa en las horas en las que el calor esté en su nivel más alto para así evitar cualquier tipo de riesgo. Al fin y al cabo, los meses de julio y agosto todavía podrían ser protagonistas de alguna que otra sorpresa desagradable.
En cualquier caso, ya sea por el gran nivel de calor o por las tormentas, lo que está muy claro es que vamos a pasar bastante más tiempo del habitual dentro de casa con el ventilador o aire acondicionado o en centros comerciales en los que podamos evitar sudar de forma constante. ¡Es mejor estar preparados!