Entre 30 y 50 diputados del Congreso aseguran haber perdido el iPad que recibieron hace poco más de un año. Ante esta anodina situación, el actual presidente de la cámara, Jesús Posada, ha decidido que no sean repuestos a los propietarios de estos dispositivos.
A comienzos de septiembre de 2011 el Congreso anunciaba la llegada de una partida de iPad para cada uno de los diputados elegidos en las elecciones del 20 de noviembre que dieron el triunfo a Mariano Rajoy. Desde la Mesa de la cámara se decidió dotar de un «kit del diputado» a los políticos con el fin de que tuviesen «la máxima movilidad sin necesidad de cargar con un ordenador portátil». Además de este equipo también dispondrían de un móvil, que en concreto sería un iPhone 4S, el modelo más actual por entonces y cuyo precio en el mercado superaba los 600 euros.
La noticia de esta partida presupuestaria (valorada en 500.000 euros) pasó casi desapercibida entre la ciudadanía aunque no faltaron críticas por considerar el gasto demasiado elevado, más si tenemos en cuenta la situación económica de miles de familias en el país. Sin embargo, pronto se tardó por parte de la clase política en criticar a aquellos que hablaron de «privilegio» la adquisición de estos equipos llegando incluso a sentirse molestos y recordando «el recorte de sueldo del 10% en el último año».
Los meses han ido pasando y el escándalo ha saltado en las últimas horas, cuando la Junta de Informática del Congreso solicitaba a la cámara «facilitar nuevos terminales de ese tipo (iPads) para sustituir a los que han sido objeto de extravíos, sustracciones indebidas, así como roturas producidas por caídas». En concreto se pedían entre 30 y 50 tabletas.
La cifra señalada varía en función del medio de comunicación que da la noticia. Por un lado encontramos la publicada por ABC (y corregida a estas horas)en la que se asegura que más de 50 políticos de la cámara parlamentaria han extraviado «su» tableta y les ha sido repuesta (entrecomillado puesto que al final del mandato tienen la obligación de devolverla). Sin embargo, tras alcazar una cifra que raya en lo inaudito el presidente del Congreso ha señalado que no habrá más reposiciones. Si leemos la noticia publicada por elmundo.es, la cifra se reduce a 30 unidades de iPad, pero en cualquier caso resulta igual de inverosímil.
Ante esta situación, Posada ha anunciado el punto y final de las reposiciones de tabletas para los diputados. En caso de avería podrán repararlos, pero tan solo una vez. En cualquier caso la medida, que también incluye la desactivación remota de los supuestos iPads perdidos, se adopta para evitar la sospecha que ha surgido a raíz de conocerse semejante número de tablets perdidos: que estos estén en manos de otras personas cercanas a los diputados y que los políticos puedan hacerse de forma gratuita con un modelo más avanzado del tablet de Apple.
Así pues, parece que llega el fin a esta barra libre que no han dudado en aprovechar algunos de los políticos apoyándose en sus puestos como representantes de los ciudadanos. ¿Reflexionará la clase política para hacer un uso adecuado del dinero público que aportamos los contribuyentes? Visto lo visto, a estas alturas, la respuesta a esta pregunta parece tan obvia como triste.