La Comisión Nacional de Competencia (CNC) ha sido requerida por la asociación de consumidores OCU para que investigue las prácticas presuntamente anticompetitivas de Microsoft en el mercado de los operadores, tras comprobar la casi imposibilidad de comprar ordenadores sin Windows instalado.
«La gran mayoría de los establecimientos visitados y los principales fabricantes de ordenadores portátiles no ofrecen la posibilidad de elegir el sistema operativo que prefiera el cliente». Con este argumento, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha denunciado públicamente las prácticas que estaría ejerciendo Microsoft en España. La organización basa sus argumentos en el intento de comprar algún ordenador con Linux preinstalado en 57 tiendas de 6 ciudades españolas. El resultado, más que concluyente: sólo en 2 comercios lo consiguieron.
De este modo, la OCU ha instado a la CNC a investigar al gigante estadounidense por si existiese «algún tipo de práctica por parte de Microsoft contraria a las normas de defensa de la competencia». La organización apunta que, si esto fuese así, «estas prácticas supondrían un claro perjuicio para los consumidores, que estarían pagando un sobreprecio por la licencia del sistema operativo preinstalado en los ordenadores portátiles sin que puedan solicitar el reembolso del mismo en caso de que decidan sustituir Windows por un sistema alternativo».
Este tipo de prácticas estarían obstaculizando el desarrollo de sistemas operativos alternativos, en opinión de la OCU, y de este modo se estaría «limitando la capacidad de elección de los consumidores españoles«. Según sus datos, los fabricantes de portátiles que ofrecen esta plataforma preinstalada en sus equipos representan nada menos que el 88% de los dispositivos que se venden en nuestro país. Esto influye de manera notable en que la cuota de mercado del segmento formado por Windows XP, Vista y 7 sea superior al 80%.
En su investigación, la OCU ha señalado que sólo un modelo portátil del fabricante Acer se vende con Linux preinstalado. Por su parte, Microsoft no ha hecho declaraciones respecto a la situación denunciada por la organización, aunque algunas fuentes del sector citadas por Cincodías.com afirman que «en todo caso, será responsabilidad de los fabricantes de los ordenadores por no ofertar equipos con otros sistemas alternativos». Asimismo, se afirma que los acuerdos entre la compañía norteamericana y los fabricantes son internacionales y serían los fabricantes quienes «deberían habilitar un canal para desinstalar Windows, si así lo quiere el cliente».
«Si no hay portátiles con Linux en las tiendas es simplemente porque la gente no los demanda», sentencia esta citada fuente. ¿Hasta qué punto es esto cierto? ¿Incurre Microsoft en prácticas competitivas o es culpa de los fabricantes? Puedes participar dejando tu opinión en los comentarios.