Los servicios digitales de suscripción siguen un modelo interesante, la mayoría de ellos, basado en un plazo de prueba gratis y la ‘renovación’ automática a partir de esa fecha. Es decir, todo arranca con la introducción de tus datos bancarios –la tarjeta de crédito o débito, vaya- y un mes gratis, por ejemplo. Pero ¿qué pasa después de ese mes? Que, si no te acuerdas de cancelar el servicio, entonces se te empieza a cobrar de forma automática. Y eso es lo que quiere evitar Mastercard.
Esta forma de proceder de los servicios digitales con suscripción lleva a que no pocos usuarios acaben pagando cuando, en realidad, muchos de ellos no querían hacerlo. Después del mes de prueba, o del tiempo que nos dejen gratis, algunos usuarios se olvidan de volver al apartado de facturación de este servicio para cancelar la ‘renovación’ automática y, por lo tanto, acaban pagando una o varias cuotas sin querer hacerlo. Al menos eso es lo que consideran desde Mastercard. Y en base a lo mismo, han decidido introducir un sistema de protección que obligará a estas compañías a obtener autorización expresa para llevar a cabo los cobros recurrentes por las suscripciones.
Mastercard pone fin a la ‘renovación automática’ de la suscripción
En esta nueva política de Mastercard, además de la autorización expresa, se contempla un nuevo requisito. Que las compañías que llevan estos servicios digitales proporcionen a sus usuarios información sobre las actualizaciones de los precios de sus modalidades de suscripción. Y también se exige que existan instrucciones claras sobre cómo cancelar el servicio en el caso de que los usuarios quieran abandonar el modelo de cobro recurrente. Así, aunque ya hayas dado tu número de tarjeta, Mastercard solicitará a quien presta el servicio que notifique la obligación de pago para continuar la suscripción.
En este mensaje es donde se deberá solicitar autorización expresa del usuario del servicio de suscripción, pero también la información necesaria para cancelar el servicio. Y este cambio de política no solo resuelve el problema de los pagos recurrentes sin autorización del usuario, sino que también soluciona el problema de los cambios de precio. Los usuarios protegidos por Mastercard tienen que ser informados sobre la evolución de precios del servicio de suscripción.