Netflix sigue haciendo cambios en sus tarifas y probando diferentes modalidades. Si hace unos días recogíamos que iban a ofrecer un plan barato para algunos países que sólo permitiera ver Netflix en móviles o tablets, ahora la compañía ha hecho modificaciones en los planes Premium y Ultra que afectan a la calidad de sonido y a los streaming simultáneos.
Netflix hace cambios en los planes Premium y Ultra
Netflix estrenó el plan Ultra en julio, que era 3 euros más caro que el plan Premium. Este plan traspasaba los usuarios máximos que podían usar la plataforma a la vez, además de ser el único compatible con contenido en HDR (aunque el 4K UHD se mantenía en el Premium también).
A partir de ahora, el plan Premium volverá a contar con la posibilidad de ver cuatro streamings simultáneos, frente a los dos que permitía hasta ahora tras la introducción de la modalidad Ultra.
Donde encontramos un cambio que afectará a todos los planes es en la calidad de sonido. A partir de ahora, sólo los que tengan el plan Ultra podrán disfrutar de la “Máxima calidad de audio”. Intuimos que Netflix se refiere con esto a tecnologías de empresas como DTS o Dolby, dejando los demás planes sólo con sonido estéreo, en un 5.1 más simple, o simplemente con un bitrate reducido.


La calidad de sonido: uno de los cambios más importantes
La compañía aprovecha también para especificar que la calidad de audio también puede variar dependiendo del dispositivo en el que la visualicemos o de la calidad de la conexión a Internet. Si estamos viendo una serie en el móvil, lo más lógico es que el sonido que se descargue no sea Dolby Atmos.
Netflix está haciendo pruebas constantemente en las suscripciones, ofreciendo distintas tarifas para ver qué efecto tiene eso en las suscripciones que contratan los usuarios. Además, no todos los usuarios de la plataforma podrán ver estos nuevos precios, ya que de momento sólo aparecen para quienes vayan a abrir una cuenta nueva. Los usuarios actuales de la plataforma siguen viendo las mismas condiciones que hasta ahora.
Este tipo de pruebas permiten a la plataforma ver qué tipo de servicios harían a sus usuarios pagar más por usar Netflix. Amazon hace algo similar con sus encuestas, y ya estuvo obteniendo datos sobre qué preferían tener los usuarios a cambio de su suscripción de Amazon Prime, donde finalmente se acabó eligiendo subir el precio de la tarifa anual a 34 euros al año sin quitar servicios.