Actualmente los SSD más grandes del mercado los fabrica Nimbus Data, con unidades que alcanzan los 100 TB. Detrás de él está esta unidad de Viking con 50 TB, mientras que Samsung ya estaba fabricando en masa SSD de 30 TB hace unos meses. Ahora, imaginad unidades SSD con 100 veces más capacidad que esas. Eso es lo que podría crearse con la nueva creación de unos científicos canadienses.
Átomos de hidrógeno: ¿la clave en el almacenamiento del futuro?
Estos investigadores de la Universidad de Alberta han desarrollado una nueva técnica que almacena ceros y unos basándose en la presencia o ausencia de átomos de hidrógeno. Haciendo esto, se consigue una densidad de 21,4 TB por centímetro cuadrado.
Esta no es la primera vez que se consigue tener una densidad tan grande, pero en otras ocasiones había demasiados inconvenientes que hacían imposible que se pudiera aplicar en el mundo real. Por ejemplo, se había conseguido almacenar datos en moléculas o incluso en átomos, pero tenían que operar en temperaturas criogénicas o mantenidos en entornos de vacío.
Sin embargo, la nueva tecnología de almacenamiento basada en hidrógeno puede operar a temperatura ambiente, y es capaz de almacenar datos sin errores durante más de 500 años. La tecnología está basada en el trabajo del profesor de física Robert Wolkow, que previamente había desarrollado una técnica que permitía eliminar o reemplazar átomos de hidrógeno situados en las obleas de silicio.
La densidad de una unidad con átomos de hidrógeno sería casi 1.000 veces superior a la de un SSD
Un átomo de hidrógeno tiene un diámetro de 0,5 nm, lo cual permite que la densidad por centímetro cuadrado sea de 21,4 TB, unas 92 veces más que los Blu-ray, o unas 733 veces más que un SSD o disco duro actual con entre 30 y 60 GB por centímetro cuadrado. Los investigadores afirman que la biblioteca completa de iTunes, que son 45 millones de canciones, cabría en la misma superficie que una moneda de 20 céntimos.
Para demostrar la innovación, crearon una celda de 192 bits, en la cual almacenaron una interpretación de la canción de Super Mario Bros. Para demostrar la reescritura de las celdas, crearon una donde se almacenaban las letras del alfabeto de una en una con sus respectivos códigos en ASCII. En comparación, las celdas de los SSD actuales usan memorias TLC de 3 bits, y próximamente llegarán las QLC de 4 bits.
El único inconveniente de este sistema es que su velocidad de escritura es demasiado lenta, tardando en escribir cada código ASCII De 8 bits entre 10 y 120 segundos. Sin embargo, el hecho de que esta tecnología funcione con el silicio actual y otros materiales que existen en la industria de los semiconductores, podría hacer que algunas empresas investiguen en cómo automatizar este mecanismo para ir aumentando poco a poco la velocidad de escritura.
De hecho, Wolkow afirma que los chips a escala atómica están a punto de ser comercialmente viables. Otra de sus empresas, Quantum Silicon Inc, está trabajando en crear ordenadores cuánticos que puedan funcionar a temperatura ambiente.