¿Qué es la tasa de refresco? Lo que significan los Hz de tu monitor o televisor
La tasa de refresco de una pantalla, ya sea un monitor o un televisor, hace referencia a la cantidad de imágenes que puede mostrar el dispositivo por segundo. Se mide en hercios (Hz) precisamente por eso, porque se trata de una frecuencia de actualización. Una pantalla puede tener 60 Hz, y esto significaría que es capaz de actualizar la imagen mostrada hasta 60 veces por segundo. ¿Qué importa, por tanto, esta tasa de refresco? Está directamente relacionada con las capacidades de la visión humana.
En teoría, el ojo humano es capaz de captar hasta unas 220 imágenes diferentes por segundo. ¿Es eso cierto?. Cuantas más imágenes muestra una pantalla por segundo, más fluido es el movimiento en forma de vídeo, en tanto que la diferencia entre una imagen y su siguiente es menor y, por tanto, al ojo humano le cuesta más captar esa imagen estática que se diferencia de la anterior ligeramente. Pero no solo hay que tener en cuenta la tasa de refresco por este motivo, sino también porque supone un cuello de botella para los dispositivos que procesan estas imágenes.
Da igual tu hardware, tu pantalla puede estar haciendo un ‘cuello de botella’ por su tasa de refresco
Si tu pantalla –televisor o monitor- solo soporta 60 Hz, entonces da igual si estás utilizando una Nvidia GTX 1080 Ti que sirve 200 fps. ¿Por qué? Porque la tarjeta gráfica está produciendo 200 imágenes diferentes por segundo, que es lo que define al frame rate, pero la pantalla solo es capaz de actualizarse 60 veces en ese mismo segundo. Es decir, que están perdiéndose 140 imágenes que no se pueden mostrar por las capacidades máximas del monitor, o de la pantalla. Esto, en ocasiones, provoca efectos negativos sobre la imagen o, sencillamente, una pérdida de frames.
Por eso los monitores de 144 Hz, o incluso más, son tan apreciados en el mundo del gaming. Con estas prestaciones, el monitor sería capaz de mostrar un máximo de 144 imágenes por segundo, que pueden ser servidas por el procesador de gráficos, o no. Pero no impondrá un límite menor y, por tanto, no causaría ningún cuello de botella hasta llegar a esta cifra. Si la tarjeta gráfica sirve esos 200 fps, en este caso estaríamos perdiendo 56 imágenes, frente a los 150 cuadros perdidos que comentábamos antes. No obstante, en pocos videojuegos vamos a alcanzar un framerate tanto alto; y para ellos, también hay monitores por encima de los 200 Hz como tasa de refresco.