Así ha logrado España convertirse en referencia en fibra en menos de 10 años

Así ha logrado España convertirse en referencia en fibra en menos de 10 años

Claudio Valero

Hace algunas semanas os contábamos que España había pasado del ridículo en el ADSL a ser el quinto país más potente en fibra. Lo cierto es que somos un caso de éxito en banda ancha super rápida y las cosas han cambiado mucho en los últimos años. Por ello, vamos a ver cómo ha logrado España convertirse en referencia en fibra en menos de 10 años, llegando a ofrecer más del 60% de cobertura de esta tecnología a los hogares en 2016.

España se ha convertido en un modelo a seguir por el resto de la Unión Europea en lo que se refiere al despliegue de banda ancha. Actualmente, tenemos la red de fibra hasta el hogar (FTTH) más grande de Europa, pero además con mucha diferencia sobre algunos de los países que lideran otros aspectos, sobre todo económicos o de salario mínimo. Por ello, varias empresas de telecomunicaciones han instado a revistar el Código Europeo de Comunicación y Electrónica para incentivar la competencia basada en la inversión, precisamente lo que ha ocurrido en nuestro país.

En muy pocos años, todos los operadores con red fija en nuestro país han desplegado la friolera de 31 millones de accesos. Esto son más accesos que Francia, Alemania, el Reino Unido e Italia juntos. Además, en la OCDE, solo Corea del Sur y Japón nos ganan en el terreno de la fibra óptica. Las adecuadas condiciones competitivas y regulatorias han propiciado que en 2016, más del 60% de los hogares tuvieran acceso a la banda ancha ultrarrápida, cifra que se han aumentado en 2017.

fibra

De 2008 a 2017, menos de 10 años para ser referencia en fibra

Nuestro país ha conseguido algo difícil de imaginar en el año 2008. En aquel momento estábamos rezagados en lo que se refiere a tecnología FTTH, pero la apuesta de las telecos en aquel momento, especialmente de Telefónica, cambió totalmente el panorama. Lo cierto es que el periodo de crisis o recesión no era quizá el más adecuado para todo esto.

Además, tenemos que sumar que las operadoras tuvieron acceso a las infraestructuras civiles de alta calidad necesarias para conectar la fibra al hogar. Poner a disposición de las empresas estas infraestructuras fue un factor diferenciador clave en España. Tampoco podemos olvidar la regulación que estaba en vigor hasta la aprobación de la nueva. Telefónica no estaba obligada a conceder acceso a sus redes a más de 30 Mbps, lo que hizo que los alternativos “también se pusieran las pilas” con sus despliegues.

No podemos olvidar tampoco la importancia de los acuerdos entre operadores. Por ejemplo, Jazztel llegó a un acuerdo para desplegar fibra con Telefónica en 2013. Orange y Vodafone hicieron lo propio más tarde y también se lanzaron a la compra de Jazztel y ONO respectivamente. Esta consolidación del sector aumentó el potencial de dos de los tres grandes operadores de nuestro país.

España ha aprobado con nota en esta transformación digital hacia las redes de banda ancha ultrarrápida. Ahora es el momento de que Europa nos mire como ejemplo y se tomen algunas decisiones urgentes. De no hacerlo, corremos el riesgo de perder la ventaja tecnológica que tenía en la década de los 90.