Puede parecer un tema obvio, pero nos sorprendería la cantidad de usuarios que acaban con su portátil hecho un pisapapeles, sencillamente porque acostumbran a dejar el ordenador sobre la cama cuando está encendido. Y evidentemente, aunque hablaremos de la cama, es un problema también dejar el ordenador portátil reposando encima de un sofá, o de otros muebles acolchados, o por ejemplo una manta. Y sí, se trata de una cuestión de ventilación y refrigeración.
En esto tienen buena culpa los teléfonos inteligentes, que podemos dejarlos sobre cualquier superficie sin miedo a que sufran desperfectos por problemas de ventilación y refrigeración. Los usuarios se han acostumbrado a que el smartphone puede estar sobre la cama, encendido o apagado, y no pasa absolutamente nada. Pero en el caso de un ordenador portátil, el sistema de ventilación de sus componentes de hardware es bastante más complejo. Y sí puede sufrir, como una videoconsola –por ejemplo-, si no tenemos cierta precaución con que su interior se refrigere correctamente.
La refrigeración de un portátil, o por qué tu cama puede hacer que muera de ‘calor’
Los componentes de hardware, como piezas metálicas que son –en su mayoría-, sufren con las altas temperaturas. Y en el caso de los teléfonos inteligentes, la refrigeración de estas piezas internas no requiere de un sistema activo de ventilación. Ahora bien, en un ordenador sí existe un ventilador mecánico que se encarga de expulsar el aire caliente que generan los componentes internos hacia el exterior, así como de introducir en el interior aire de fuera más frío, de tal forma que se refrigeran componentes como la CPU o la GPU –cuando existe dedicada-.
Y el problema, como es evidente, es que las superficies ‘mullidas’ como pueda ser la cama, el sofá o una manta, se adaptan a la forma de la base del ordenador haciendo que se tapen los orificios de ventilación del ordenador portátil. Es decir, que, en una cama o un sofá, los ‘agujeros’ por los que el ventilador expulsa e introduce el aire se tapan, y la temperatura del interior del mismo no escapa. Por tanto, el sistema de refrigeración se anula y la temperatura del interior aumenta sin control, lo que puede provocar problemas graves. Si dejas el portátil en cama mejor desactiva la cámara.